Una explosión de gas afectó a varias casa en el sector Martha Bucaram, en el sur de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Un ambiente de preocupación se vivió la mañana de este martes 30 de octubre del 2018 en la intersección de la Séptima Transversal y avenida Martha Bucaram, en la ciudadela Ibarra, en el sur de Quito.
Los vecinos todavía comentan sobre lo que ocurrió el domingo en la noche tras la explosión por acumulación de gas licuado de petróleo (GLP) en una de las viviendas del sector. El balance del accidente fue una persona fallecida de 63 años, siete heridos y ocho casas afectadas.
La mañana de hoy, la calle estaba limpia de escombros, pero continuaba cercada. Un patrullero de la Policía Nacional prestaba seguridad a los vecinos. Los moradores temen que desconocidos ingresen a las casas afectadas a robar.
Carlos Riofrío continúa asustado por “el cañonazo que se escuchó por la explosión” y destruyó las ventanas. Su hermano, Santos, lo visitó para tranquilizarlo.
Los cubre ventanas de las casas dañadas por la onda expansiva fueron reparados. Además, la pared del departamento donde ocurrió la explosión fue reemplazada por una ventana de vidrio.
Luis Huiracocha es dueño de una casa ubicada al frente de la que explotó. Dice que las ventanas de los tres pisos se destruyeron por la fuerza de la detonación.
A su hija, de 34 años, le dieron de alta ayer. Tenía problemas porque el cubre ventanas le golpeó la cabeza tras la explosión. Él tiene un taller en el que se elaboran artículos de cuero, ubicado en el tercer piso de su casa. “Por suerte no se dañaron las máquinas de coser con las que trabajo”.
Gabriela Villegas, de 21 años, vive junto al inmueble que explotó. Continúa consternada, más cuando en el momento que ocurrió la emergencia estaba con sus hijos pequeños.
“Aquí, los vecinos somos unidos para ayudarnos”, cuenta. “Seguimos preocupados, en mi casa solo quedaron dos pilares. Es posible que cedan y caigan”.
Las autoridades aún no han informado qué pasará con la principal vivienda que se destruyó.