El sector de La Comuna comenzó a levantarse en las faldas del Pichincha desde inicios del siglo 20 cuando tenía apenas 200 habitantes. Miguel Ángel Pavón es un reconocido exdirigente de la zona, quien cuenta que el 26 de julio de 1911 el presidente Eloy Alfaro suscribió el decreto con el que le otorgó su personería jurídica.
Santa Clara de San Millán es el nombre de esta jurisdicción especial que se rige por leyes propias y asambleas que se convocan cada 45 días. La gente de La Comuna aprendió a vivir en medio de la naturaleza y los riesgos que implican los deslizamientos o aluviones. El más grave ocurrió a las 18:30 del lunes 31 de enero de 2022, tras el colapso de la quebrada El Tejado, localizada al sur de ese sector junto a la avenida Mariscal Sucre.
María Tipantocta, de 72 años, nació y creció en el sector. Ella lamenta esta tragedia. “A mis hijos casi se los lleva la creciente cuando trataban de destapar la tubería colindante a la quebrada”.
Ella recuerda que hace más de 50 años había “pocas mediaguas” con calles de tierra y sin aceras. Usaban el agua que bajaba de las vertientes ubicadas en las laderas del Pichincha. Antes, los moradores se dedicaban a la agricultura y ganadería; ahora la mayoría labora en comercio autónomo. En las zonas más altas, los comuneros tienen sus huertos para autoabastecerse.
Si bien las casas fueron construidas en la empinada calle Humberto Albornoz, dice Tipantocta, no tuvieron emergencias tan graves como la del lunes. “Antes casi no había deforestación y no se arrojaban grandes cantidades de basura ni escombros a la quebrada”.
Para ella y sus vecinos, la unión y solidaridad son las características de la zona. Por eso, ayer se organizaron para limpiar una alcantarilla tapada en las calles Humberto Albornoz y Santa Clara. El albañil Vicente Llumitaxi ingresó al sumidero para sacar la tierra y basura con baldes. “Expongo mi vida aquí porque tengo una familia que cuidar y no quiero que esto colapse”.
Según el dirigente de La Comuna Alta, Marco Chavarrea, se unieron para limpiar las tuberías. Su temor es que el colector localizado 10 metros más arriba de la calle Albornoz se está tapando y necesitan una intervención de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).
Allí, se formó una capa gruesa de tierra y vegetación, de cerca de un metro de alto, que conforme avanzan los días aumenta su espesor. “Tenemos miedo que se produzca un desbordamiento de las aguas provenientes de la montaña”, dice el morador Marco Barahona.
Ante las quejas, Othón Zevallos, gerente de Epmaps, enviará un equipo de técnicos y obreros para que limpien la alcantarilla de la Comuna Alta. Durante la mañana de ayer, él vigiló los trabajos que se ejecutaron en la quebrada El Tejado. “He subido a la cuenca alta (de la quebrada) y no existe una situación inminente de riesgo”.
Los trabajadores y maquinaria de Epmaps abrieron un punto de drenaje y se prevé que en los próximos tres días se evacúe todo el embalse. Para José Negrete, coordinador de Mantenimiento Vial de la Prefectura de Pichincha, en total se han evacuado 2 000 metros cúbicos de tierra.
Mientras los equipos ejecutaban los trabajos, los vecinos se ayudaban. Compartían alimentos entre los afectados, obreros, bomberos, militares y policías. Otros limpiaban las fachadas de las casas.