Testimonio. Marlene Toapanta.
Para movilizarme por la ciudad uso el sistema de transporte Ecovía y los buses urbanos. La verdad me da igual usar cualquiera de los dos sistemas de transporte. Lo que me importa es tratar de viajar cómoda y sentada.
Creo que con el nuevo horario de la Ecovía, que funciona hasta más tarde, me va bien. Así puedo usarla sin viajar apretada, con calor y rodeada de gente desesperada por el tráfico y por llegar a sus casas.
Creo que la inseguridad es un problema en todas partes de la ciudad, incluido el transporte público. Yo no viajo con susto, no soy estresada, me siento tranquila. El tráfico es terrible en todas partes, uno ya no se salva. No importa la vía que se tome o el carro que se coja, siempre va a haber algún problema.
La cantidad de carros en la ciudad me ha obligado a cambiar mis horarios. Por ejemplo, cuando tengo que coger un turno en el hospital tengo que salir mucho antes para llegar a tiempo.
En mi trabajo no entro muy temprano. Cuando salgo, lo hago a las 21:00 para evitar el tráfico. Si es que salgo a las 18:00, llego a mi casa a la misma hora que cuando salgo tres horas después.
Ahora están haciendo unos arreglos en el puente de El Guambra y eso complica mucho más el paso por ahí. Los buses urbanos van más lento y hay más tráfico. De los cinco días que uso el transporte público, tres días voy sentada, los otros dos viajo parada y aplastada.