La nueva Ordenanza para el desarrollo integral y regulación de las actividades de comercio autónomo, aprobada el jueves pasado por el Concejo Metropolitano, no convence a los vendedores.
Para Carlos Castellanos, representante de los comerciantes, no se respetó el acuerdo con la Comisión de Comercialización de no modificar el proyecto que se discutió. Según el dirigente, en la normativa se incluyó que no se permitirá a un trabajador autónomo, ni a los históricos, realizar sus actividades en espacios regenerados. “Esto desfigura la Ordenanza que proponíamos y se irrespeta a los antiguos”.
Camilo Criollo vende desde hace 15 años en el Centro Histórico. Desde las 08:00 ofrece sus productos por las calles Chile, Benalcázar y Venezuela. Vende gafas, cordones, caramelos y a veces lotería. Para él, su negocio está en el Centro porque hay afluencia de turistas, oficinistas y transeúntes en general. “Si nos sacan de aquí, se pierden las ventas”, opinó.
Roberto Masachi es no vidente, recorre la calle Guayaquil ofreciendo discos y videos musicales.
Él sí quiere ser regularizado, pero teme que lo envíen a un sector donde no haya movimiento. Con sus ventas mantiene a su esposa y a sus dos hijos, en un buen día logra vender hasta USD 15.
Alioska Guayasamín, directora de la Agencia Metropolitana de Comercialización, informó que la Ordenanza es un respaldo legal para iniciar los procesos de control y regulación.
Permitirá identificar a los comerciantes de cada administración zonal e integrarles en un censo, y determinar los sitios adecuados donde serán ubicados, respetando el uso del espacio público. La norma prevé capacitarles en dos momentos, previo a la regularización y luego sobre su negocio. El propósito, dijo Guayasamín, es crear microempresas.
En Quito, 6 000 comerciantes están catastrados y hacia ellos se dirige la regularización. 1800 de ellos ya fueron regularizados, el Cabildo les entregó chalecos y carnés y les reubicó. El lunes se iniciará la segunda fase de capacitación de otros 1 300 comerciantes.
Castellanos también criticó la nueva Ordenanza porque dice que se deja fuera a quienes no fueron censados, que serían unas 15 000 personas. “Están regulando apenas al 30% de comerciantes autónomos, somos más”.
Mientras para Guayasamín es un logro que el Distrito cuente con una normativa, que permita orden en la ciudad y mejore la calidad de vida de los comerciantes, porque luego se entrará en programas sociales como seguros y bachillerato.
Castellanos informó que esperarán a que la Ordenanza sea publicada en el Registro Oficial, para presentar una demanda de inconstitucionalidad, porque viola los derechos al libre trabajo.
La Ordenanza
Las obligaciones. Los comerciantes deberán solicitar y renovar cada año el permiso.
El espacio. Deberán respetar el área asignada y mantener rigurosa higiene en el área de venta así como en su persona y vestuario respectivo.
La actividad. La labor comercial debe estar limitada a la autorización expedida.
El carné. Se debe portar la credencial y estar uniformado de acuerdo con su actividad.
Tasa. Los comerciantes deberán pagar una regalía por el uso del espacio público.