La capital ecuatoriana es reconocida por su infraestructura colonial y patrimonial que cada año atrae a miles de turistas (438 741, en el 2011). Quito no solo es iglesias, conventos y plazas bien cuidados, también tiene una cara desagradable.
Fachadas desconchadas, aceras con desniveles, irrespeto a la Línea de Fábrica en las construcciones, parterres destruidos, juegos de los parques inservibles, mobiliario violentado, etc.
Hay estándares de construcción que no se respetan como la línea de fábrica de las viviendas y de locales comerciales. La distancia entre las fachadas y las veredas no es homogénea. Esta realidad no solo afecta a la estética, también complica la convivencia. Al no tener las aceras el mismo espacio, los peatones tienen complicaciones para transitar.
Danilo Molina vive en la Ciudadela Amazonas, en el Centro. Comentó que cuando camina lo hace por la calzada, para evitar las trampas por los desniveles. “Están las rampas para vehículos, gradas y baches. Tengo que bajar a la calle”.
En el Centro Histórico esto no es común. La línea de construcción es regular, pese a la estrechez, las aceras son uniformes. Hay tramos en los cuales el piso tiene adoquín decorativo.
La recuperación del espacio público es una de las apuestas de esta Administración. Bulevares, parques metropolitanos y plazas han sido rehabilitados.
Por ejemplo, el bulevar de la Naciones Unidas se convirtió en un espacio para las exhibiciones de muestras culturales al aire libre. Sin embargo, los parques barriales no tienen la misma atención. Allí es común encontrarse con los juegos infantiles destruidos. Rubén Tapia, morador de La Libertad Baja, aseguró que en el parque de este sector no hay mantenimiento. “El lugar está cercado pero los juegos están dañados y la maleza crece”.
Fachadas diferentes
En la calle Carchi, en el Centro Histórico. Las viviendas de toda la calle siguen una línea de fábrica única, que mantiene una distancia homogénea entre la acera y las fachadas de las casas o locales comerciales. En el lugar hay gradas simétricas que permiten el paso de los transeúntes, sin complicaciones.
En la calle Bahía de Caráquez, en San Juan, las fachadas no están alineadas. Además, la pintura de las paredes de las casas está desconchada. Es una mala imagen, por la falta de cuidado e interés de los propietarios.
Lo acogedor y lo inseguro
El parque Gabriela Mistral, en el sector de La Mariscal. Es uno de los espacios públicos que fue renovado para el reencuentro de los vecinos. En el lugar se exhiben muestras fotográficas al aire libre. En los dos últimos años, el Municipio invirtió USD 32,8 millones en obras de recuperación de parques, plazas y otros espacios públicos.
En el parque de La Libertad Baja no hay áreas verdes. Uno de los juegos infantiles está dañado.
En los costados del lugar la maleza crece sin que haya cuidado ni limpieza constante.
Dos tipos de bolardos
En el sector de San Blas, en el Centro. Allí se volvieron a instalar los bolardos metálicos para evitar que los conductores circulen por la acera que no se encuentra delimitada en el sector. Además, permite una circulación segura para los peatones. Los bolardos de concreto destruidos se encuentran en la intersección de las calles Sabanilla y Gral. José María Guerrero, en el norte. Según los moradores del sector, los bolardos fueron impactados por un vehículo que perdió el control y se subió a la vereda hace un par de semanas.
Bulevares y aceras feas
Bulevar de las NN.UU. Las veredas se ampliaron y se sembraron plantas y árboles. Hay iluminación y también se realizan exposiciones culturales. El
Cabildo ha invertido USD 5 537540 en la construcción de cuatro bulevares en diferentes sectores de la ciudad. En cambio, en la Ciudadela Amazonas, en el Centro, las aceras de la calle José Yépez tienen gradas, desniveles y baches que complican la circulación de las personas. Frente a cada vivienda se adecúa la acera de acuerdo con las necesidades del dueño del inmueble.