Durante este 2023, las vías destinadas a los ciclistas serán ampliadas en 14 puntos del centro, sur y norte de Quito. Estas extensiones son cuestionadas por algunos y aplaudidas por otros.
La ampliación de estas vías impulsada por la Secretaría de Movilidad será de 30 km y comprende las calles y avenidas República, Teodoro Gómez de La Torre, Pinllopata, De Los Libertadores, Sodiro, Jacinto Collahuazo.
También están las calles Ambato, Diego de Almagro, Reina Victoria, Francisco de Orellana, Eloy Alfaro, NN.UU., Rio Coca y El Inca.
Durante la primera fase de implementación ya están activas en las avenidas Real Audiencia, El Inca y Rodrigo de Chávez.
Desconocimiento y quejas
Efraín Erazo, propietario de un restaurante de comida sobre la av. Diego de Almagro, comenta que desconoce sobre la implementación de una ciclovía en la zona. Pero cree que generará problemas de circulación vehicular.
El mayor problema es el estrechamiento de las calles, pues al costado derecho está la zona azul de estacionamientos y asegura que con ese impedimento vial la circulación será más compleja.
Sobre la misma avenida está el taller de trajes de Carlos Llumiquinga. De igual forma que Efraín desconoce de la nueva ciclovía. Coincide en que al pintarla sobre la calzada causará inconvenientes en el tráfico y tránsito de las personas.
“No hay respeto en las vías”, asegura. Exige que antes de colocar la ciclovía se debe realizar un conversatorio con los habitantes de la zona para conocer el adecuado manejo vial.
Sobre la Reina Victoria y Jerónimo Carrión, en el centro norte, se encuentra un restaurante de comida en el que trabaja Leidy Alfonso. Ella tampoco está enterada de la nueva vía, pero considera que estos espacios ayuda a los ciclistas a tener un sitio seguro.
Comenta que el buen uso de la vía será igual como en la calle Jerónimo Carrión, pues allí los ciclistas transitan con tranquilidad y seguridad.
Una trabajadora de una tienda de artesanías sobre la misma zona, que prefiere el anonimato, señala que no han recibido una notificación sobre la nueva ciclovía. Según ella, esto puede causar accidentes por el corto espacio que va a quedar en la vía que tiene al costado izquierdo la zona azul.
Más al norte se encuentra la avenida Francisco de Orellana que también será parte de la ampliación de rutas.
Aquí hay espacios pintados sobre la calle para que pasen las bicicletas, del mismo tamaño de un cruce cebra, pero no existe un corte en las veredas para que este transporte continúe la circulación.
Las bicicletas que pasan por la zona tienen que subirse a las veredas para evitar incidentes con los autos y buses que transitan todos los días por allí.
En la República, en cambio, la ciclovía fue removida temporalmente por trabajos viales. Los moradores de la zona advierten que el tráfico y los accidentes aumentarán.
Una comerciante de una tienda de abarrotes de este sector indica que en la avenida los carros se estacionan en cualquier lugar y no respetan las señales de tránsito y está segura que pasará lo mismo en la ciclovía.
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) si un vehículo invade la ciclovía deberá cancelar una multa de USD 63, 75.
Sobre la calle Rafael León, bajada al mirador de Guápulo, que se conecta con la avenida González Suárez tiene una delimitación de una ciclovía con los parantes amarillos, pero no existe un adecuado espacio para la circulación de bicicletas.
Esta limitación es antigua aseguran los moradores. Esta se encuentra colocada a menos de un metro de separación de la vereda y las bicicletas no tienen espacios para circular.
La habilitación de las nuevas ciclovías se desconoce pues no hay un pronunciamiento oficial de la Secretaría de Movilidad.
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