Sofía Almeida, presidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), llegó al edificio de la Contraloría General del Estado, en Guayaquil. Lo hizo la tarde de este 22 de julio del 2021 con un propósito: renunciar a dicha institución en la que era funcionaria de carrera.
Esto ocurre, luego de las críticas que surgieron en su contra en el marco de la organización del concurso público de méritos, oposición e impugnación ciudadana para designar a la nueva autoridad de la Contraloría General del Estado para un periodo de cinco años. Varios expertos catalogaron a la situación de Almeida como un “conflicto de intereses”.
“Decidí renunciar hace mucho e incluso mucho antes de ser electa consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, es algo que lo he manifestado públicamente, pero que no lo había hecho con anterioridad por motivos personales“, dijo Almeida tras presentar la renuncia.
La funcionaria afirmó que las críticas obedecen a un intento por “deslegitimar” al Cpccs y al concurso para designar al nuevo contralor. Explicó que en Contraloría ganó un concurso de méritos y oposición como asistente profesional de auditoría y luego ascendió hasta llegar a ser especialista provincial de auditoría 2.
El pasado 20 de julio, durante una entrevista en Ecuavisa, Almeida reconoció que era funcionaria de la Contraloría, pero que estaba con licencia desde el 2019, tras ganar un cupo en el Cpccs, lo que -según su criterio-no le impedía ejercer una dignidad.
“He dicho mi voluntad de renunciar a la Contraloría y lo voy a hacer en el momento adecuado, no por presiones y para deslegitimar el concurso (para designar al nuevo contralor del Estado). Es algo que lo podría hacer, aunque no tengo ningún conflicto de interés”, explicó ese día.
Almeida aseguró este 22 de julio del 2021 que no existe intereses y que el concurso continúa su curso de manera transparente. “Vamos a aprobar en los próximos días el instructivo y empezamos con la veeduría“.