Entrevista a Cintia Quiliconi, catedrática de la Flacso.
¿Cuál es la real dimensión de lo que ocurre en Perú, que ha tenido tres presidentes en pocos días?
Lo del Perú es una crisis política importante, pero no tan novedosa para ese país que está acostumbrado a tropezar. Han sido tres presidentes en siete días, pero si uno mirara los últimos cuatro años, son cuatro presidentes y dos Congresos distintos. Eso nos muestra el nivel de inestabilidad política que tiene Perú. Es algo que Perú viene enfrentando, incluso desde los años 80 y 90, sobre todo desde el gobierno de Fujimori.
¿Y a qué se debe?
Esa enorme inestabilidad tiene que ver con las características de su sistema político, que es presidencialista, pero que a diferencia de otros países latinoamericanos, tiene características parlamentaristas. Es decir, una crisis hace saltar rápidamente tanto al Congreso como al Presidente. Estamos acostumbrados a ver crisis institucionales en América Latina en los últimos años, pero no con tanta asiduidad como sucede en el Perú.
¿Cómo afecta a la región?
No veo tanta conexión del fenómeno de ahora en Perú con las movilizaciones de fin del año pasado en Ecuador, Bolivia y Colombia. Lo de Perú tiene características menos ideológicas y más de un componente propio generado por su propio sistema político. No parece un enfrentamiento de fuerzas con ideologías diferentes. Creo que el mayor problema de tener tanto cambio de gobierno es una cuestión de previsibilidad hacia adelante, sobre todo en una marcada crisis por la pandemia, económica y de salud. Perú ha tenido muchísimos problemas para enfrentar el covid y eso ha inspirado a los jóvenes que ha sido el movimiento más importante de las manifestaciones contra el presidente Merino.
¿Por qué en Perú la economía no se ve afectada por las crisis políticas?
Es interesante esto. La explicación de Perú no pasa tanto por lo ideológico. Si uno mira el desempeño de la economía peruana en los últimos años y su estrategia de desarrollo, no hay grandes cambios. Entre los gobiernos de Ollanta Humala y de Alan García no hubo tantos cambios, a pesar de que son de tintes políticos diferentes, porque la estrategia de desarrollo peruana se basa en tratados de libre comercio.
Pero la crisis del covid ha mostrado un modelo con debilidades…
Sí. La crisis del covid-19 les ha pegado fuerte en términos de crecimiento. Perú era un país que era la excepción de lo que pasa con los países latinoamericanos sobre el crecimiento económico, pero con el covid-19 no han podido evitar la crisis. Pero sí es cierto, veo en Perú una continuidad en términos económicos más allá de los tintes políticos.
¿Influye la cercanía con Chile, donde predomina el efecto macro más que la economía de a pie?
Chile también puede tener gobiernos de derecha o de la concertación, pero eso no hace que en términos económicos la estrategia de inserción cambie. Las estrategias de inserción están muy determinadas. Los tratados de libre comercio anclan a los gobiernos. Entonces cuando un presidente llega al poder, se encuentra con que el país ya tiene tratados de libre comercio. Es muy difícil denunciar esos tratados y volver atrás. En la academia se llama anclaje a los compromisos comerciales. Normalmente, terminan por seguir esa misma estrategia. En ese sentido sí, puede ser que Perú haya decidido copiar el modelo de Chile.
¿La clave de la continuidad en políticas macroeconómicas son los tratados?
Pasa que, después de firmar un primer TLC y hacer muchas concesiones, es más fácil firmar cualquier otro tratado, porque ya hay un montón de costos y de adaptaciones regulatorias que ya se hicieron.
¿Pero de dónde salió esa determinación?
Puede ser que Chile haya influenciado. Chile ha sido el primer país que salió con esta estrategia de firmar un sinnúmero de TLC. Cuando estudiábamos el modelo chileno veíamos que tenían una estrategia promiscua de tratados de libre comercio y de explotación de recursos naturales.
¿Cómo vislumbran los peruanos esta crisis?
Hay un caso que creo que ha generado mucha inestabilidad política: Odebrecht. Es un caso paradigmático porque muchísimos políticos están envueltos en corrupción. Sin ir más lejos, Perú ha visto la muerte de Alan García, también la renuncia de Kuczynski y ahora la investigación a Vizcarra por corrupción. Todo se relaciona y la reacción se ancla en lo político.
Las elecciones presidenciales están cerca. Hay pronóstico reservado…
Perú tiene un sistema de partidos muy inestable y fragmentado, entonces eso hace que se vuelva muy complejo también saber qué va a pasar en las próximas elecciones de abril. Hay 24 partidos políticos inscritos, eso nos muestra que realmente el nivel de dispersión ideológica es muy grande, hay una crisis, yo diría profunda de descrédito de los partidos políticos y de la representatividad de esas organizaciones. Creo que los jóvenes han sido los mejores voceros de esta situación.