¿Qué implicó el TLC con EE.UU. para Colombia y Perú? Dos voceros de los empresarios hacen un balance

El ministro Iván Ontaneda (segundo a la izq.) se reunió con autoridades de la Oficina de Comercio de Estados Unidos.

El ministro Iván Ontaneda (segundo a la izq.) se reunió con autoridades de la Oficina de Comercio de Estados Unidos.

El ministro Iván Ontaneda (segundo a la izq.) se reunió con autoridades de la Oficina de Comercio de Estados Unidos en el inicio de las negociaciones del cuerdo comercial. Foto: Cortesía Ministerio de la Producción

Ecuador inició negociaciones para un acuerdo comercial de primera fase con Estados Unidos esta semana, segunda de noviembre del 2020.

Aunque por ahora los diálogos se centrarán solo en normas para facilitar el comercio y reducir los trámites aduaneros con la principal economía del mundo, dejando para luego los temas sensibles, este instrumento previo abre la puerta para ir hacia un tratado amplio más adelante.

Ejemplos cercanos de los impactos que ha tenido un Tratado Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos se pueden hallar en dos países vecinos, Colombia y Perú. Los impactos han sido distintos en ambas naciones. El director de la Cámara de Comercio de Lima, Carlos Posada, y el presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Comercio Exterior de Colombia, Javier Díaz, dan sus puntos de vista sobre los acuerdos.

Impacto en las exportaciones

El acuerdo entre Estados Unidos y Perú se firmó en el 2006 y entró en vigor en el 2009. Desde entonces, las exportaciones han crecido en más del doble, explicó Carlos Posada, exviceministro de Comercio del país vecino y director institucional de la Cámara de Comercio de Lima

El comercio bilateral era de USD 6 000 millones en el 2006 y ahora es de USD 15 000 millones, señaló.

“El acuerdo aumentó la cantidad y calidad de productos, inclusive ahora hay asociaciones estratégicas entre empresas peruanas y estadounidenses que facilitan el ingreso de productos al mercado del norte”.

Por eso, Posada cree que el acuerdo de fase uno permitirá a Ecuador caminar a un tratado más amplio, y estar en la mira de otros países. Considera que los países pequeños que negocian con economías grandes son los más favorecidos porque acceden a un mercado amplio y de más alto poder adquisitivo.

En Colombia, el TLC impulsó un aumento de las exportaciones hacia el país norteamericano, aunque el crecimiento no iguala al de su vecino peruano. Los envíos crecieron solo en un 14,6% desde que el acuerdo está vigente.

Colombia firmó el tratado en el 2006 y entró en vigencia seis años después. Desde entonces, 564 bienes nuevos han podido llegar a ese mercado.

No eran las cifras esperadas, reconoció Javier Díaz, presidente de presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Comercio Exterior.

Entre los impactos positivos, el directivo señala que el TLC permitió garantizar preferencias arancelarias de forma permanente y consolidó los envíos de los productos tradicionales que ya se enviaban a ese destino como banano, flores o textiles.

El acuerdo también ayudó a facilitar los procesos fitosanitarios para el ingreso de nuevos productos como aguacate, pimiento, algunas frutas cítricas, entre otros.

Otro aspecto beneficioso es que Estados Unidos estableció un contenido de insumos locales en la mayoría de los productos del 35%, menor al que exige a México, por ejemplo.

No obstante, en textiles, un sector sensible para Colombia, el porcentaje es más elevado. Por ejemplo, algunos hilos de coser y telas deben ser producidos en Colombia o EE.UU. para que las prendas puedan ingresar con preferencias arancelarias. Este es un tema que Colombia busca mejorar, pero que no ha avanzado estos años, anota Díaz.

Oferta exportable

Un problema que ha tenido Colombia es que no ha podido diversificar su matriz exportadora, lo que le ha impedido aprovechar más el acuerdo.

El origen de esto está en su alta dependencia a los envíos petroleros y mineros, y en la falta de una estrategia productiva de largo plazo, apunta Díaz al recalcar que Colombia está recién discutiendo una política para diversificar su oferta industrial. El país tampoco tuvo éxito en promover una política para impulsar al agro, comenta.

Posada cree que un TLC no es una “varita mágica” que soluciona los problemas de la industria local, pues mucho depende de la propia manufactura local. En el caso peruano sí se generó diversificación.

Entre los rubros peruanos nuevos que se incorporaron a la oferta exportable gracias al acuerdo están productos de embalaje, insumos químicos, plásticos, ropa de bebé, espárragos, cítricos, arándanos, joyería, artesanías, entre otros.

¿Desaparecieron industrias?

En Colombia se temía que los productos importados, como los llamados cuartos traseros de pollo, azúcar o maíz inunden el país y quiebren a esos sectores económicos locales, pero eso no ocurrió, indicó Díaz.

Para evitar afectaciones, se establecieron contingentes (cupos de importación), de manear que la industria pueda adaptarse.

Aún así, Colombia registra una balanza comercial negativa con el país del norte, es decir, vende menos de lo que le compra. Cambiar este escenario es uno de los mayores desafíos del país vecino. Por ejemplo, el año pasado se importaron de este país USD 12 599 millones; mientras tanto, las exportaciones llegaron a USD 11 520 millones.

En el caso peruano, los temores por el TLC apuntaron a las medicinas, pues se temía el aumento de precios de los insumos, algo que no ocurrió, dijo Posada.

El experto también señala que no se puede responsabilizar al TLC con Estados Unidos la afectación a alguna industria.

“Eso no ha sucedido en estos 10 años. Más bien ha permitido mejorar la competitividad de los productos a ese mercado, no solo a ese mercado sino a otros países. Esa es una de las grandes virtudes de los acuerdos”, señala.

"Cuando empezaron las negociaciones el 90% de la población se oponía al tratado porque decían que iba a desaparecer la industria, la salud, se decía que Estados Unidos iba a invadir el mercado con sus productos, que iban a desaparecer industrias. Luego de 10 años, nada de lo que se dijo se materializó y ahora el 100% de los peruanos está a favor de las políticas de negociaciones comerciales", comentó Posada.

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