Patricia Ochoa, viuda de Gabela (der.), recibió un informe el 16 de noviembre del 2018. Foto: Archivo / EL COMERCIO
En dos años y siete meses, la Asamblea creó 11 comisiones ocasionales, esto no solo ha derivado en más gastos sino en una duplicidad de esfuerzos en el Parlamento.
La situación se da pese a que esta Función del Estado dispone de 12 mesas especializadas para fiscalizar y legislar en varios ámbitos, más una que se encarga específicamente del control político.
El patrón que se repite es que responden a temas coyunturales, como la mesa que se integró a finales de octubre para investigar los hechos relacionados con los 11 días de protestas.
Para el 2020 continuarán funcionando tres. Entre ellas, la que procesa cambios a la Ley de Seguridad Vial, que se creó el 15 de agosto del 2017. Otra que se encarga de las reformas al Código de la Niñez, desde el 27 de julio del 2018, y una tercera para vigilar el cumplimiento de las obligaciones con los jubilados, que opera desde el 24 de abril del 2018.
Mensualmente, cada comisión representa un costo de USD 13 000, pues requieren de un secretario, un prosecretario, dos asesores nivel 1 y un asistente para funcionar.
Si bien los asambleístas no cobran dietas adicionales, su participación ha provocado problemas de quórum en algunos casos, en más de una comisión especializada.
Cuando el 14 de mayo pasado asumió la Presidencia de la Asamblea, el oficialista César Litardo no era partidario de continuar con esta práctica.
Sin embargo, en lo que va de su administración han aparecido dos: una para encargarse de procesar un paquete de enmiendas a la Constitución, además de la que concluyó que el “detonante” del paro nacional fue el Decreto que eliminó el subsidio a la gasolina.
Incluso pudieron haber sido tres, de no ser porque el grupo parlamentario que se encarga de asuntos de frontera pidió que se desistiera de conformar una comisión ocasional para este tema, para no duplicar esfuerzos. La integración de esa mesa no pasó al Pleno, a pesar de que tuvo autorización del Consejo de Administración de la Legislatura (CAL).
Litardo heredó esta práctica de sus coidearios José Serrano y Elizabeth Cabezas, quienes le antecedieron en el cargo, después de que Alianza País (AP) perdiera la mayoría absoluta en el Parlamento.
En el tiempo que estuvo Serrano al frente de la Legislatura, entre mayo del 2017 y marzo del 2018, se crearon cuatro. Una de ellas para investigar casos de violencia sexual en el ámbito educativo. Se denominó Aampetra, en alusión a un plantel de Quito en donde un profesor fue denunciado por abusar de 41 niños.
El hecho de que esa mesa no determinara responsabilidades políticas de lo ocurrido generó desazón en algunos sectores dentro y fuera de la Asamblea Nacional.
Fernando Burbano (centro), presidió la Comisión ocasional que investigó el paro. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Mientras, en el periodo de Cabezas, de marzo del 2018 a mayo del 2019, se integraron cinco. Entre ellas, una que se encargó de recopilar y analizar información relacionada con el asesinato del general Jorge Gabela, excomandante de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Estuvo presidida por el asambleísta Litardo.
Patricia Ochoa, viuda de Gabela, sostiene que esa instancia fue clave para que la Fiscalía General del Estado retomase las investigaciones del caso.
La Comisión se conformó por el impulso de los asambleístas Fabricio Villamar (exCreo) y María José Carrión (AP), después de que un perito argentino asegurara que en el anterior Gobierno se había perdido un tercer informe en relación con el asesinato.
“Creo que es una de las comisiones ocasionales que tuvo mayor incidencia, que entregó más productos y que causó mayor impacto en la sociedad ecuatoriana”, sostiene el asambleísta Ángel Gende, uno de los integrantes.
El presidente de la Comisión Ocasional de Tránsito, Fafo Gavilánez (AP), ofrece para el primer trimestre del nuevo año concluir con su trabajo.
Antes de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la Asamblea terminó de tramitar la Ley para Casos de Personas Desaparecidas, que estuvo a cargo de una comisión ocasional desde el 27 de diciembre del 2017. Con ello, esta mesa entró en un proceso de extinción.
En otras ha habido una falta de seguimiento al trabajo realizado, sostiene el asambleísta independiente Eliseo Azuero. En tanto que la correísta Verónica Arias considera que estas no pueden seguir apareciendo por “cálculos políticos”.
La oficialista Ana Belén Marín, del CAL, asevera que “se han creado las justas y necesarias”. Cada una se ha caracterizado por tener representantes de distintos partidos.
Cabezas cree que “es acelerado” determinar si se justificó o no la creación de estas instancias. Ella ahora lidera la Comisión Ocasional de Enmiendas, que en noviembre entregó un informe para el Pleno de la Legislatura Nacional.