La Bolsa de Nueva York terminó en alza hoy, prolongando la fuerte recuperación de la víspera, gracias a la buena performance del consumo en Estados Unidos: el Dow Jones ganó 1,13% y el Nasdaq 0,61%.
Según cifras definitivas, el Dow Jones Industrial Average subió 125,71 puntos a 11.269,02 puntos y el Nasdaq, de dominante tecnológico aumentó 15,30 puntos a 2.507,98 puntos.
El índice ampliado Standard & Poor’s 500 se incrementó 0,53% (6,17 puntos) a 1.178,81 puntos.
El índice de los 30 principales valores de Wall Street, que había subido 3,95% el jueves, continuó su avance al cerrar la semana.
“Es un milagro”, suspiró Peter Cardillo, de Rockwell Global Capital.
“Para mí, esto muestra que el mercado trata de dejar de lado los temas de deuda pública en Europa y concentrarse en la economía. Por supuesto, la volatilidad se mantiene y no se terminaron los problemas, pero cada vez más parece que ya tocamos fondo”, agregó.
La tendencia positiva fue alentada por el anuncio de un alza de 0,5% de las ventas minoristas en julio en Estados Unidos. Pero aunque esta mejoría era anticipada, confortó a los inversores traumatizados por una semana de montañas rusas: el Dow Jones había terminado el jueves con un movimiento de más de 400 puntos,por cuarta sesión consecutiva, algo no visto antes.
Por el contrario, el índice que mide la confianza de los hogares estadounidenses cayó en agosto a su nivel más bajo desde 1980, anuncio que hizo desacelerar brevemente a los índices bursátiles.
Otro factor que sostuvo a Wall Street: los mercados europeos terminaron en fuerte alza luego del anuncio de restricciones a las ventas en corto -que permiten especular a la baja de una acción- Francia, Italia, España y Bélgica.
Pese a su rebote de jueves y viernes, el Dow Jones terminó en baja de 1,53% la semana, luego de una caída de 5,75% la semana anterior.
El mercado obligatorio, que había caído el jueves, terminó en fuerte alza. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años descendió a 2,237% contra 2,336% en la noche del jueves y el de los títulos a 30 años a 3,703% contra 3,787%. El rendimiento de las obligaciones evoluciona en sentido opuesto a sus precios.