La aerolínea Ícaro recibió ayer una resolución de la Superintendencia de Compañías, en la que deja sin efecto la declaración de disolución de la firma, emitida el 21 de julio.
Bajo esta premisa, Ícaro solicitará la recapitalización de la empresa en los próximos días.
El antecedente de este conflicto se presentó en mayo pasado, cuando la aerolínea pidió a la Superintendencia de Compañías, su disolución por una serie de problemas financieros.
Uno de ellos es con el Servicio de Rentas Internas (SRI), que determinó una glosa de USD 16 millones por pagar menos impuestos entre el 2004 y el 2005. La autoridad tributaria inició un proceso coactivo e intentó subastar las marcas y lemas de la empresa.
En el documento emitido por la Superintendencia, el 21 de julio pasado, se nombró como liquidador de la compañía a Darwin Jaramillo, quien debía cumplir su función una vez que se haya agotado el tiempo para que la compañía presente su defensa.
La aerolínea contaba con ocho días, después de recibida la notificación, para publicar la resolución en un diario de circulación nacional. El plazo venció el martes pasado, pero no lo hizo.
Ante esto, la ‘Súper’, según el Reglamento, debía realizar dicha publicación. Pero el miércoles pasado emitió una nueva resolución dejando sin efecto la declaración emitida el 21 de julio.
En ese sentido, Ícaro emitió un comunicado en el cual explicó que la revocatoria de la resolución fue solicitada por la aerolínea. Asimismo, en los próximos días solicitará que se apruebe un aumento del capital para superar las pérdidas acumuladas.
“Las pérdidas acumuladas en Ícaro serán superadas por la capitalización de los créditos otorgados por los accionistas en años anteriores y por la utilización de los saldos de las cuentas de reservas provenientes de la adopción de las NIIF, especialmente la revaluación de algunos activos”.
Los problemas registrados en la aerolínea en el último mes le significó pérdidas económicas. Incluso, la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) le impidió volar el pasado viernes 22 de julio, durante unas tres horas en el aeropuerto de Quito.
Cuatro días después emitió un comunicado en el cual autorizó que la aerolínea reanude sus vuelos en el resto de aeropuertos.
Este Diario pidió una versión a Camilo Valdiviezo, intendente de Compañías de Quito, quien firmó la resolución, pero no hubo respuesta. Además, se solicitó la versión de la primera autoridad de la Dirección Nacional de Aviación Civil, Carlos Jácome, quien pidió ver primero el documento.