Los impactos negativos de la crisis económica internacional aumentan para los sectores productivos del país. Uno de los principales problemas es la inflación mundial por el incremento generalizado de precios.
Este indicador se intensificó a partir de la pandemia y se agravó por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
La economía ecuatoriana siente el impacto en la reducción de ingresos por exportaciones, problemas en la cadena de pago e inconvenientes en el abastecimiento de insumos para distintos sectores, por falta de disponibilidad o subida de los precios.
Entre los sectores más afectados están el agrícola y el de la manufactura, señaló Pablo Jiménez, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción.
El problema es que los agricultores importan a precios más altos abonos, productos químicos, papel, cartón, plástico, entre otros.
Impacto por combustibles
El sector industrial también ha registrado aumentos importantes en los costos de producción, por ejemplo, en cuanto a diésel industrial, fletes e insumos.
En este escenario, la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) alertó que ese segmento está registrando algunas pérdidas, debido a que son mayores los gastos de producción que los ingresos y los volúmenes de exportaciones.
El costo de los insumos productivos importados y usados en los sectores agrícolas y agroindustriales registra un incremento del 45% en promedio en lo que va del año frente a 2021, según el gremio.
Esta alza impacta directamente en la estructura financiera del sector.
Para productos del ámbito agrícola, cerca del 10% de los costos se destina a insumos productivos.
Pero los precios del rubro de exportación agrícola-agroindustrial no se han incrementado al mismo nivel. Esta situación acelera el incremento de costos y mantiene casi constante el flujo de ingresos de los exportadores.
Por un tema de competitividad, no pueden compensar la diferencia con un alza de precios.
Jiménez explicó que para los compradores les resulta más barato exportar de competidores directos como Colombia y Perú que, por la depreciación de la moneda, su producción se abarata. “Por el dólar, la nuestra se hace más cara”, dijo este directivo.
Se requiere liquidez
Desde el segundo trimestre de 2021, el riesgo país, que mide la probabilidad de que una nación no pague sus deudas, se ha mantenido controlado.
Según Adrián Ordóñez, Country Manager de Coface, firma de análisis de riesgo, en ello influyó el cambio de régimen, el fortalecimiento del dólar y el alza del precio del petróleo, principal fuente de ingreso del Ecuador.
Pero en las últimas semanas, el riesgo país se ha incrementado de forma constante, debido a factores internos como externos.
Hasta el 2 de agosto llegó a 1 390 puntos, luego de estar por debajo de los 800 en mayo. Con ello, el acceso a crédito en buenas condiciones se dificulta, tanto para el Estado como para las empresas.
A esto se suman las medidas adoptadas por algunos países como el incremento de las tasas de interés para contener la inflación, que también encarecen el crédito.
Es así que las empresas ecuatorianas tendrán que pagar mayores costos financieros para apalancar operaciones y nuevas inversiones, indicó Jiménez.
Sin financiamiento, las empresas también pierden liquidez, la cual está afectada por retrasos en los pagos de los compradores, lo cual pone en riesgo la cadena de pagos, informó Xavier Rosero, vicepresidente ejecutivo de Fedexpor.
Entre las acciones que propone el sector para enfrentar estos problemas está la revisión de la carga tributaria del Impuesto a la Salida de Divisas y de recargos que se pagan sobre insumos y maquinaria.
Además, adaptar condiciones de financiamiento blandas desde la banca pública para el acceso a créditos que permitan solventar las finanzas del sector.