Diego Borja. Presidente del directorio del Banco Central.
Su experiencia. Economista. Ex Ministro de Economía. Ex Ministro Coordinador de la Política Económica. Es el titular del Banco Central.
Su punto de vista. El funcionario estuvo el fin de semana en Argentina, en la cumbre de presidentes de Bancos Centrales. Nuestro corresponsal lo entrevistó.
El Gobierno ofreció que se llamaría a licitación para contratar un seguro petrolero hasta finales de julio, ¿por qué no se lo ha hecho aún?
No se ha tomado todavía una decisión. En la última sesión del Consejo de Política Económica se discutió sobre las alternativas respecto al seguro petrolero, pero eso hay que ponerlo en un contexto costo-beneficio para el país. En un escenario en el cual el precio está cayendo, probablemente el costo de contratación suba. Y eso tiene que ser reevaluado de acuerdo con las disponibilidades financieras del Presupuesto y también a los objetivos de los costos y beneficios del seguro.
Pero esta iniciativa lleva ya mucho tiempo, porque se tarda tanto si en el 2008 Ecuador ya sufrió el golpe de la crisis mundial. ¿No era mejor acelerar la decisión?
Ha mediado un tema, probablemente, de cambios institucionales de los ministerios que estaban a cargo. A principio estuvo en el Ministerio de Finanzas, luego en el de Energía –si no recuerdo mal-, ahora está en el Ministerio de Coordinación de la Política Económica. Finalmente está donde debe estar.
¿Pudiera hablar de plazos o de cómo se lo hará?
No. Esa es una decisión evidentemente a nivel presidencial. El Presidente de la República sabrá disponer el momento que él considere conveniente.
Pero este es precisamente un momento difícil para los precios del petróleo y habría sido conveniente…
Probablemente no sea el mejor.
¿Cuánto puede perjudicar al país la caída del precio?
Muchísimo. En este escenario de crisis internacional probablemente habrá ajustes de demanda y reales que impactará en el precio del petróleo. También habrá ajustes especulativos, que son los que realmente impactan en el precio del petróleo. Es un escenario peligroso y vulnerable. Las ondas de los ciclos especulativos alcanzan a todos los ‘commodities’ (materias primas). Se inicia en el sistema inmobiliario estadounidense, pero luego pasa para el energético, después en el alimentario y al resto de los ‘commodities’. Y ahora vuelve el ciclo.
¿El Ecuador tiene poco ahorro de las reservas; las que se tiene son suficientes?
Al contrario, es de los momentos en que más ahorro tenemos. Por tanto nuestro colchón de reservas es de los más altos. Y esto se ha dado no solamente por una coyuntura de precio del petróleo sino por un adecuado manejo de las reservas. Pensemos que, solamente como dato, de los USD 1 000 millones de reservas que venimos inyectando en la economía nacional, que antes estaban utilizados afuera para recibir una rentabilidad extremadamente baja (menos del 0,4%), hoy día se han reciclado en la economía nacional y continúan reinyectándose a través de la banca pública para financiar inversión y empleo.
Países que sufrían mucho por la especulación financiera, como Argentina, apostaron por la industrialización que genera trabajo y el consumo interno, ¿cómo se está trabajando al respecto?
Es una agenda pendiente porque, junto con la dolarización, la decisión política que se tomó en ese momento fue la apertura comercial. El arrastre estructural que tenemos es grave porque en una coyuntura como la actual, de contracción de los ingresos, probablemente la disminución de las importaciones sea más dificultosa, y en el caso de darse, impacta directo en la producción.
En lugar de concentrarse tanto en comerciar con los países del Primer Mundo, ¿se está pensando en comerciar más con la región?
Ese fue uno de los temas que se discutió en la reunión de ministros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Lo planteó con mucha fuerza el Perú y nosotros hemos coincidido. En un escenario de contracción de Europa y Estados Unidos, los mecanismos de sustitución de comercio son cruciales y encontrar nuevos espacios comerciales dentro de América del Sur y en el espacio sur-sur es esencial.
¿Y es posible?
Esencial y posible. Hemos visto muchas posibilidades de hecho, instrumentos como el sistema de compensación regional, como los fondos para cubrir asimetrías de comercio son cruciales.
¿Es posible que Ecuador contraiga más deuda?
Sí. El problema no está en aumentar la deuda porque la capacidad de endeudamiento es bastante amplia. En este momento estamos con menos del 20% del Producto Interno Bruto (PIB). El problema es en qué se usaría la deuda, la naturaleza de la deuda. Después de la nueva Constitución, toda deuda se usa para inversión, ya no para el pago de deuda ni para pagar gasto corriente.
¿Con quién se endeudaría?
Nosotros tenemos un programa de endeudamiento con los organismos tradicionales, como la CAF, el FLAR y el BID, pero no se deja de lado nuevos tipos y nuevos actores del endeudamiento, como el Banco de Desarrollo de China, que ha sido un agente clave para contratar financiamiento de estructura energética, por ejemplo el Coca-Codo Sinclair.
¿Y con el Banco de Desarrollo de Brasil?
Por supuesto. Tuvimos hace pocas semanas una misión interinstitucional encabezada por el Ministerio de Coordinación Estratégica, en la que empezamos a negociar con el BNDES la posibilidad de nuevamente conseguir financiamiento brasileño.
¿Se ha superado las asperezas que se tuvo con Brasil?
Lo hemos superado. Creo que hay una mejor coyuntura de relaciones y hay una voluntad policía tanto de Brasil como de Ecuador.