La OPEP publicó este 12 de julio del 2016 su Informe mensual sobre el mercado mundial de petróleo. Foto: Archivo EFE
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) vaticina para 2017 un aumento del 1,22 % del consumo mundial de crudo y el fin del exceso de la oferta que desató hace dos años un fuerte desplome de los precios del barril.
“Las condiciones del mercado ayudarán a eliminar en todas partes en 2017 el exceso de las reservas almacenadas de crudo”, afirma la OPEP en su Informe mensual sobre el mercado mundial de petróleo publicado hoy, 12 de julio del 2016, el primero con estimaciones para el año próximo.
Confirma que la demanda mundial será este año de 94,18 millones de barriles diarios (mbd), es decir, la deja sin cambios respecto a las estimaciones de hace un mes, y prevé que crecerá en 1,15 mbd- o un 1,22 %-, hasta una media de 95,33 mbd, en 2017.
Para hacer estos cálculos, la OPEP redujo a la baja la previsión que había hecho hace un mes sobre el crecimiento anual de la economía mundial, del 3,1 al 3,0%, “en consideración por los potenciales impactos económicos del voto del Reino Unido para abandonar la UE (Unión Europea)”, explica el documento.
Los expertos de la OPEP destacan también que, “junto a otros impactos, la salida del Reino Unido de la UE tendrá potencialmente implicaciones para las regulaciones del mercado de materias primas, dado el importante papel de Londres como centro financiero global”.
De momento, “el impacto más inmediato” vendrá del hecho de que Londres ya “no está en condiciones de ejercer influencia en las regulaciones de los servicios financieros de la UE, incluidos los que se aplican a los mercados de materias primas”, explican.
Pero no precisan cómo esta evolución podría influir en los precios del crudo.
El barril usado como referencia por la OPEP ha retrocedido este mes hasta venderse el lunes pasado a 42,21 dólares, su valor más bajo en dos meses, desde los 48,02 dólares alcanzados el 9 de junio, el valor máximo de este año.
Los “petroprecios” distan aún mucho de los más de 100 dólares por barril que tuvieron de media anual en 2011, 2012, 2013 y en la primera mitad de 2014, antes de desplomarse debido al fuerte crecimiento de la producción, impulsado precisamente por esas altas cotizaciones que garantizaban un alto rendimiento.
La OPEP, que ha optado por aceptar los precios bajos para defender su participación en el mercado, ve ahora que esta estrategia está dando resultados ya que, mientras sus miembros han venido abriendo los grifos, la mayoría de sus rivales han tenido que reducir sus extracciones.
Así las cosas, con respecto al informe anterior revisó a la baja, en 140 000 bd, su estimación sobre la cantidad de barriles que se producirán fuera de la OPEP este año, al cifrarlos ahora en 56,03 mbd, lo que supone una reducción anual de 0,88 mbd, a la que se sumará otra contracción, de 0,11 mbd, el año que viene.
Los bajos precios están afectado la producción más cara, como la del petróleo de esquisto en Estados Unidos, donde según la organización, el bombeo total bajó en abril en 0,22 mbd.
El informe recuerda que el nivel de los inventarios (reservas almacenadas) comerciales de petróleo en las ricas naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) bajó en mayo en 3,06 mb, hasta unos 329 mb, pero sigue por encima de la media de los últimos cinco años.
El crudo así almacenado cubriría las necesidades energéticas de esos países durante un periodo de 65,9 días, 6,7 jornadas más que el promedio del último quinquenio, resalta la OPEP que espera continúe la tendencia a la baja de estas reservas.
“Como resultado de estas previsiones iniciales (para 2017), se espera que la demanda del crudo de los 14 miembros de la OPEP medie los 33 mbd en 2017, lo que supone 1,1 mbd más de la estimada para este año”, indica la OPEP.
El informe revela que los socios aumentaron su bombeo en junio hasta una media de 32,86 millones de barriles diarios (mbd), 264.100 bd más que en mayo.
La subida se debió al incremento de las extracciones de Nigeria, Irán, Arabia Saudí, Libia y los Emiratos Árabes Unidos, mientras que Venezuela e Irak redujeron las suyas.