La aprobación de un nuevo crédito inmobiliario está en análisis en la Junta de Política y Regulación Financiera. Los diversos actores del mercado están expectantes por los beneficios que generará este instrumento.
El financiamiento, denominado Bien Futuro, estará destinado para los proyectos inmobiliarios sobre los USD 90 000. Es decir, los que no son Viviendas de Interés Publico (VIP) o Vivienda de Interés Social (VIS), las cuales son de menor valor y tienen condiciones preferenciales.
Esta iniciativa surgió del sector privado, a través de Mutualista Pichincha, que involucró a las autoridades financieras y del sector de la vivienda. El objetivo fue desarrollar una nueva opción de crédito que se consolide desde el inicio del proyecto (cuando hay la idea). Y, además, que involucre a los tres actores del mercado: comprador, constructor y entidad financiera.
Propuesta de crédito inmobiliaria se hará a través de un fideicomiso
Actualmente, el crédito de vivienda, que no es VIP o VIS, tiene condiciones limitantes para su acceso, considera José Javier Jaramillo, gerente general de Construecuador. Esto debido a que el comprador debe contar con una entrada de al menos el 20% del costo de la vivienda para acceder al financiamiento.
Además, el acceso a crédito también representa dificultades para los pequeños promotores que construyen el proyecto habitacional. Ellos usan sus propios recursos, las preventas que va generando del mismo y créditos.
Con el producto Bien Futuro se cambiará este panorama, explica Ximena Aguirre, gerente del Negocio Financiero de Mutualista Pichincha. Los constructores, antes de que el proyecto inicie su construcción, deberán establecer el punto de equilibrio técnico, financiero y legal. Esto servirá para asegurar que el plan tenga éxito y que no se pare en medio camino, es decir, que se concluya.
“Una vez que se declare el punto de equilibrio vamos a entrar las instituciones financieras con créditos, pero no solo al constructor a través del proyecto, sino directamente a quienes adquirirán la vivienda”, dice Aguirre. De esta forma, el cliente ya es sujeto de crédito seguro y se harán los primeros desembolsos parciales del crédito de vivienda, según el avance de obra.
A la par, se generará un fideicomiso inmobiliario y de garantía, donde estarán todos los recursos desembolsados para la consecución del proyecto. Según Aguirre, este mecanismo dará mayor seguridad a todas las partes, transparencia en el manejo del proyecto y menor riesgo.
Los compradores de viviendas tendrán más beneficios
Entre los beneficios para los compradores, que destacan los impulsadores del crédito, están:
- Acceso en menos tiempo a la vivienda porque cuenta con un financiamiento garantizado para su conclusión.
- Mayor flexibilidad en la cuota de entrada, ya que no se deberá cumplir un porcentaje fijo.
- Mejor precio del bien que desean adquirir, ya que lo compran antes de que inicie su construcción.
- El financiamiento se mantiene para el cliente, porque la deuda se adquiere desde antes de la construcción.
- Durante la construcción del proyecto existe un periodo de gracia para el pago del capital. Cuando la familia recibe la vivienda comienza a pagar su crédito de largo plazo en cuotas mensuales.
Constructores tienen expectativa para la recuperación del sector
El sector de la construcción es uno de los de mayor decrecimiento en los últimos años. En el primer trimestre de 2022, está actividad registró un decrecimiento de 0,5%, frente a igual periodo de 2021, según el Banco Central del Ecuador.
En este sentido se requiere intensificar los proyectos, a través de nuevos incentivos y facilidades. Además, fomentar la inversión. Es por ello que el nuevo crédito para el sector inmobiliario dinamizará los nuevos proyectos, consideró Henry Yandún, presidente de Constructores Positivos.
Acotó que es importante también porque ayudará a reducir el déficit de vivienda en el país; ya que al menos un 80% de ecuatorianos tiene como prioridad adquirir su casa propia, dijo.
Por su parte, Jaramillo señaló que este tipo de financiamiento se ha aplicado en otros países como Perú, con resultados positivos. “Este tipo de crédito se aplicó hace más de 30 años, cuando el vecino país quería reactivar el sector de la construcción, tras una crisis. Se dieron cuenta que el sistema tradicional, similar al nuestro, no contribuía a eso”, comentó.
Para el empresario, si se reactiva el sector de la construcción se genera un impacto en las demás industrias relacionadas y, principalmente, se generan más fuentes de trabajo directas e indirectas.
Ahora, la Junta de Política y Regulación Financiera indicó que la Secretaría Técnica del ente se encuentra analizando los informes técnicos y jurídicos sobre Bien Futuro. Una vez que finalicen los análisis respectivos, la Secretaría presentará a la Junta un informe con las recomendaciones respectivas, con lo cual se podrá emitir la resolución del nuevo financiamiento, de ser el caso.