Las importaciones de combustibles reflejaron un incremento tanto en volumen como en precio en el primer bimestre del 2022.
Según el Banco Central del Ecuador (BCE), Ecuador importó 9,3 millones de barriles de derivados en enero y febrero de este año. Entre ellos están nafta (gasolina de alto octano), diésel y gas licuado de petróleo (GLP). Este volumen de importación representó un 9,4% más que la cantidad de combustibles adquiridos en los mismos meses de 2021.
La gasolina y el diésel representan 3,7 millones de barriles del total de importaciones de combustibles en los dos primeros meses de este año.
Si bien el incremento en volumen de importación de estos insumos es bajo, la variación del costo fue elevada. En enero y febrero, la adquisición de combustibles de fuera del país costó USD 953,9 millones. Este monto es 65% más caro que el valor de 2021.
Ecuador importa entre el 60 y 70% de los combustibles que se consumen en el país. Ítalo Cedeño, gerente general de Petroecuador, señaló que la estatal importa todo tipo de combustibles. La mayoría de ellos se utiliza para la elaboración de gasolinas, principalmente para comercialización en el sector automotriz, indicó Oswaldo Erazo, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo (Camddepe).
Precio alto del petróleo influyó en mayor gasto de importación
Según el experto en petróleo, Miguel Robalino, existen dos causas principales que han impulsado el incremento en los costos de importación: el aumento del consumo y el alza del precio del petróleo.
La tendencia de reactivación económica se mantiene este año. De ahí que se ha evidenciado una mayor demanda de hidrocarburos a escala internacional. Ese comportamiento es uno de los factores del alza del precio de combustible, acompañada en los últimos meses por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Problemas para incentivar la importación de combustibles
En enero de este año, el Gobierno dispuso la eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) para importaciones de hidrocarburos, con el fin de potenciar al sector.
Para Erazo, la eliminación del tributo es un buen incentivo para importar, principalmente, hidrocarburos de mejor calidad. No obstante, consideró que para el sector privado no es atractivo hacerlo en el rubro de combustibles.
“Se puede importar gasolina súper, que es la liberada, pero esta apenas representa, máximo, el 4% del mercado… nadie va a traer un combustible internacional y venderlo a precio subsidiado”, afirmó.
Además, Robalino aseguró que los importadores tienen problemas en el almacenamiento de combustibles porque no hay infraestructura suficiente o adecuada. Esto implica más gasto.
Estas preocupaciones se dan en un contexto donde el Gobierno ha señalado que producirá gasolinas de mayor octanaje y las comercializará a partir del tercer trimestre de este año.
Robalino acotó que para ello, primero será necesario que el Gobierno revise los valores de los combustibles. “El precio se ha impuesto a la calidad. Se puede ofrecer mejor gasolina con combustibles importados, pero no servirá de nada, si no hay demanda”, concluyó.