Hasta julio pasado, las obligaciones pendientes del Estado sumaban 3 667 millones con funcionarios, proveedores, IESS y GAD. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
La mayor parte de recursos contemplados en el acuerdo técnico que logró el Ecuador con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se desembolsarán este año. Dadas las enormes necesidades que ya existían y que aumentaron con la pandemia, el Fisco dijo el sábado 29 de agosto del 2020 que tendrá tres prioridades en el uso de esos recursos.
El programa será por un plazo de 27 meses y contempla USD 6 500 millones de ayuda. Los primeros 4 000 millones se prevé recibir este año: 2 000 millones en octubre y el resto, en diciembre.
El Ministerio de Finanzas explicó que los recursos servirán para atender los pagos atrasados; fortalecer los programas de crédito de reactivación productiva y para ampliar la entrega de bonos sociales.
El propio FMI ha señalado que el financiamiento previsto para este año busca amortiguar la recesión, proteger a los más vulnerables y aliviar a la caja fiscal de nuevas tensiones, dado que la “ya frágil economía se ha visto aún más afectada por la pandemia y la caída de los precios del crudo”.
En cambio, los procesos de ajuste al gasto y de reformas estructurales se espera que se inicien a partir del siguiente año, según ha señalado el FMI.
Hasta julio pasado, Ecuador acumuló USD 3 677 millones en atrasos con funcionarios públicos, Seguro Social, gobiernos locales y proveedores.
La presión crece a medida que pasan las semanas. Los servidores han interpuesto medidas legales para exigir el pago de sueldos, mientras que los representantes de los gobiernos locales y del IESS buscan acuerdos con el Fisco.
Simón Cueva, analista económico, cree que el pago a estos actores permitirá, a su vez, inyectar liquidez en el país, pues el dinero que se paga ingresa al sistema financiero y mueve las actividades económicas y el consumo.
Si bien no soluciona todos los problemas, es una ayuda importante que le da oxígeno al Fisco este año. “El acuerdo es positivo y hay que apoyar”, explicó Cueva.
La Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) también cree que es importante que el Fisco se ponga al día en sus obligaciones, pues los atrasos tienen efectos negativos en la actividad económica. “Se rompe la cadena de pagos”, comentó José Hidalgo, director de este centro de análisis.
El financiamiento a los más vulnerables permitirá que, de agosto a abril del 2021, unas 400 000 familias entren al listado de beneficiarios del bono de desarrollo humano, lo que daría un total de un millón y medio de hogares con protección. Además, se entregará otra compensación a 3 000 familias de Galápagos afectadas por la crisis económica, según anunció el Gobierno.
Una tercera prioridad será inyectar liquidez para el sector productivo, por ejemplo, impulsando la entrega de créditos en condiciones blandas, que hasta ahora ha ido lento.
Cristóbal Buendía, procurador de la Federación de Trabajadores Públicos y Privados, cree que deben priorizarse los recursos a los sectores más golpeados como el turismo.
Para Augusto de la Torre y Vicente Albornoz, asesores económicos del Gobierno, el Gobierno hace bien en priorizar el gasto para la emergencia y cubrir lo que estaba presupuestado hasta diciembre.
La llegada de los fondos del FMI no implica la posibilidad de aumentar el gasto público, argumentaron.
Inicialmente, el Fisco había previsto el déficit fiscal en USD 3 339 millones en el 2020, pero la baja de ingresos y las necesidades de recursos para paliar la pandemia, elevaron esa cifra a entre USD 7 000 millones y 8 300 millones.
Esas cifras muestran que el Fisco aún tendrá que ajustar gastos este año, apunta Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal.
Los datos del Observatorio apuntan a que aún se deben recortar gastos por casi 5 000 millones. Además, se debe considerar que se necesita generar reservas o liquidez para arrancar enero del 2021.
Luego del acuerdo técnico, el Directorio del FMI debe aprobar el programa. Se prevé que haya una reunión a finales de septiembre de este año.
El acuerdo con el multilateral será el número 20 en la historia del Ecuador.
Finanzas destacó que el financiamiento obtenido es a 10 años con cuatro de gracia, lo que da oxígeno al siguiente Gobierno. Pero advirtió: “Estos recursos no deben hacernos ver un espejismo, en el que todos los problemas se solucionarían. Ecuador, sus ciudadanos y sus líderes deben continuar con las reformas que el país requiere para salir más rápido de los efectos de la pandemia. Estamos dejando al próximo Gobierno un camino lo más allanado posible para que haga crecer al país”.