Este 12 de mayo se celebra el Día de la Madre en Ecuador. Las flores, chocolates, tarjetas y más regalos no harán falta para homenajear a las reinas del hogar. Pero, más allá de los obsequios y muestras de cariño, esta festividad obliga a reflexionar sobre el equilibrio entre la maternidad y la carrera laboral, especialmente en este país donde cada día más mujeres pierden sus empleos por distintas razones.
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En 2023, las mujeres fueron las más afectadas por el desempleo, con una tasa del 4,7%, mientras que, el desempleo en los hombres es de 3,2%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Los datos del Censo de Población y Vivienda 2022 arrojan que 4,6 millones de mujeres que residen en el Ecuador son madres. De ellas, solo el 44% tiene un trabajo remunerado, es decir, cuatro de cada 10 madres. El resto se dedica completamente al cuidado de sus hijos y aunque es mucho trabajo, no cuenta para las estadísticas.
La principal razón por la que un grupo reducido de madres tiene un trabajo remunerado es la falta de empleo en Ecuador. Pero, también hay un gran grupo de mujeres que sacrifica su carrera profesional o laboral para dedicarse al cuidado de sus pequeños.
Entre ellas, está Alexandra Pérez, de 41 años, oriunda de Ambato. La mujer dejó su trabajo en un negocio familiar hace 10 años cuando nació Mauricio, su primer hijo. La llegada del pequeño llenó de alegría su hogar, pero al mismo tiempo planteó grandes desafíos para la familia. El niño nació con varios problemas de salud y necesitó cuidados, prácticamente, las 24 horas del día.
Mauricio, desde su nacimiento, ha pasado varios períodos internado en un hospital. Hoy, con 10 años, el niño necesita tres sesiones de diálisis cada semana y está en la lista nacional de espera para un trasplante renal.
Alexandra y su hijo viajan cada lunes de Ambato a Quito para que reciba tratamiento en el Hospital de Niños Baca Ortiz. Se hospedan toda la semana en la casa de un familiar y se regresan a su vivienda los viernes en la noche, donde están su segundo hijo, Jorgito, y su esposo. La familia ha solicitado el pase a un hospital de su ciudad, pero aún no tienen una respuesta.
Lo que primero empaca Alexandra para su viaje semanal no es su ropa ni su maquillaje, sino, una caja plástica con más de 50 pastillas. La cuida como si fuera un tesoro.
En cada compartimento del pastillero está detallado el nombre y la hora que Mauricio tiene que tomarse la medicina. “Así nunca se me olvida”, dice. El niño toma 11 pastillas al día, desde las 05:30, por la mañana, hasta las 22:00. Además, necesita de jarabes y otros medicamentos. El pequeño nunca le ha dicho: “mamá”, por sus problemas de autismo, pero eso a ella no le importa, verlo estable y feliz es su mayor alegría.
Algo parecido vive Diana A. con su hija Camila, de ocho años. La niña fue detectada con cáncer de pulmón y metástasis hace más de seis meses. Ella dejó su trabajo y acompaña a su pequeña durante su tratamiento en Solca, en Quito. Aunque la pequeña está sedada y no sabe que su madre está cerca, Diana no aparta su mirada de su niña. A veces se pregunta por qué tuvo que pasarles esto, pero solo se aferra a Dios y le pide por un milagro.
Derechos de las madres trabajadoras
Aparte de los desafíos propios de las madres, las mujeres enfrentan obstáculos adicionales en el mercado laboral debido a la maternidad.
Aunque las leyes laborales en el país protegen los derechos de las madres trabajadoras, como la licencia de maternidad remunerada y la estabilidad laboral durante el embarazo, aún persisten problemas estructurales en los que se debe trabajar.
Uno de los principales desafíos es la brecha salarial de género, que se amplía aún más para las mujeres que son madres. Según datos del INEC, las mujeres en Ecuador ganan en promedio un 10% a 20% menos que los hombres. Esta disparidad se agrava para las madres, ya que a menudo se ven obligadas a optar por trabajos a tiempo parcial o flexibles para equilibrar las responsabilidades familiares y laborales.
Para Vanessa Velásquez, experta en temas laborales, aunque existen normativas como la Ley de Equidad Salarial y la Ley de Economía Violeta, que buscan proteger los derechos laborales de las mujeres en el país, no son suficientes para generar empleo y este es el principal problema en el Ecuador.
Además, señala, que a muchas de las leyes, aprobadas a favor de las mujeres, les faltan sus reglamentos para que puedan aplicarse. Además, falta de información y promoción sobre los beneficios tributarios para la contratación de mujeres, esto también perjudica a las madres del país.