Rusia comenzó ayer a suministrar petróleo a China a través del oleoducto Siberia Oriental-Océano Pacífico de 1 000 kilómetros de largo abriendo un nuevo capítulo en la cooperación energética bilateral de ambos países.
A través del oleoducto Rusia bombeará a Daqing, en el noreste de China, 15 millones anuales de crudo durante los próximos 20 años. Yao Wei, director general de Pipeline Branch of PetroChina (PBPC), señaló que esta es una nueva fase en la cooperación de China con la segunda economía del mundo.
Hasta ahora China importaba al año nueve millones de toneladas de crudo por tren desde Rusia. Ahora para las entregas del hidrocarburo ambas partes acordaron que China concederá un crédito de USD 25 000 a Rusia. Con el nuevo oleoducto ese país busca reducir su dependencia del mercado europeo y aumentar el volumen del suministro de crudo a los chinos.
Para China, mayor consumidor de energía del mundo, el oleoducto es una parte importante de su estrategia a largo plazo dirigida a asegurar el suministro de petróleo para su economía en constante crecimiento y abrir nuevas vías de entrega.
Los socios que cooperan en el proyecto son PetroChina, el mayor productor de petróleo y gas de ese país, así como la empresa rusa Rosneft y el gestor de oleoductos Transneft. La ramificación de Skovorodino en Siberia hasta Daqing forma parte del oleoducto ruso de 4 700 kilómetros en el Pacífico que está previsto esté listo para 2014.