El puesto en el que José Vélez comercializa corvina está casi vacío. Hasta hace 45 días le entregaban entre 10 y 15 quintales por día de este pescado. En estos días le entregan solo 40 libras.
Vélez labora en el mercado de mariscos 17 de Diciembre en Santo Domingo. Él cuenta que no hay corvina por el frío que afecta a las playas de Pedernales y Cojimíes, en el norte de Manabí. Otro inconveniente es que en estos días hay luna llena. “La clara y el frío espantan a todos los peces”.
Debido a la escasez, el precio de la libra subió. El alto valor obligó a Teresita Lema, otra comerciante de mariscos, a no vender corvina. “Me vinieron a ofrecer a USD 180 el quintal, pero los clientes no quieren pagar el aumento”. Ella comercializaba hasta un quintal de corvina por día.
Como alternativa ofrece pampanito, pargo, caballito y picudo, los cuales se expenden a precios más bajos. También, se ofertan cangrejo y camarón, que comercializan Roger Ibarra y Ramón Zambrano. Otros comerciantes ofrecen langostinos y conchas.
El mercado de mariscos de la 17 de Diciembre es el más dinámico de la región. La actividad de los comerciantes en este mercado se inicia a las 02:00 y termina a las 18:00. Aunque los mayoristas que llegan desde las playas y camaroneras culminan su jornada a las 11:00.
La gran variedad de pescados y crustáceos llega desde la provincia de Esmeraldas y el cantón Pedernales (norte de Manabí).
Desde allí se realizan envíos de mariscos hasta las ciudades de la Sierra como Quito, Ambato, Latacunga y otras. La escasez de corvina hizo que los restaurantes de la Sierra y Amazonía reemplazaran este pescado por el picudo.
Los costos de los mariscos también afectan a los restaurantes de Pedernales, una zona de pesca.
Benny Olives, chef del restaurante El Pelícano, dice que el precio de los mariscos, como la corvina y los camarones, subió.
En Esmeraldas, la cebichería de Omar Muñoz usa picudo en vez de albacora.