Jorge Chérrez, representante las empresas IBCorp y HYBF, que mantienen inversiones en el Isspol, se pronunció sobre las operaciones que han sido cuestionadas por el Gobierno. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Este lunes 28 de septiembre del 2020, debía darse una audiencia de arbitraje local solicitada por Jorge Chérrez, cuyo nombre aparece en el centro de investigaciones de una supuesta estafa por dos operaciones con bonos efectuadas por el Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol).
La entidad pública ha señalado que existe el riesgo de que no pueda recuperar inversiones por USD 532 millones a través de las dos empresas bajo la representación de Chérrez, que son IBCorp y HYBF. Ambas radicadas en Panamá, un paraíso fiscal.
La audiencia no llegó a darse, según la ministra de Gobierno, María Paula Romo, quien preside el Directorio del Isspol.
“Isspol ni ha pedido ni ha aceptado ningún procedimiento arbitral”, señaló la funcionaria a este Diario.
Por su parte, Chérrez negó que las inversiones que realizó el Isspol en estas dos firmas sean una estafa.
“IBcorp Investments y Ecuador HYBF aclaran que es absolutamente falso que las inversiones del Isspol sean irrecuperables o, peor aún, que son una estafa”, dice un documento enviado por las empresas este lunes 28 de septiembre del 2020.
Según el documento, hay operaciones que aún no vencen y otras, que están vencidas, deben reestructurarse debido que están atadas a la renegociación de bonos de deuda externa que hizo el Gobierno en agosto pasado. Según Chérrez, el Isspol es tenedor de una parte de esos bonos que se reestructuraron.
“Todo el portafolio de dinero está invertido de manera legal y que cada operación tiene su respectivo respaldo; en el caso de la operación swap, existe una garantía subyacente que son bonos de deuda interna ecuatoriana depositados en el Banco Central del Ecuador, con su debida contraparte internacional”, dice el documento.
Las dos empresas, con sede en Panamá, están representadas por Jorge Chérrez, conocido como “el mago”.
“Nunca, en la historia del Isspol, una inversión asesorada por estas empresas le ha generado pérdida a la institución”, dijo Chérrez. Añadió que el objetivo es precautelar el tramo de operaciones vencidas, “que han sido gravemente afectadas por la última renegociación de deuda hecha por el Gobierno del Ecuador”.
Las operaciones -añadió- deben reestructurarse por el castigo que sufrieron, debido al no pago de los bonos de Ecuador y a la baja de precios de estas garantías en el mercado.
“El momento que el Ecuador decide hacer estas reestructuraciones de deuda externa, sin importarle quién está al otro lado, por supuesto, que está castigando también a fondos de pensiones locales, que tienen atrás de ellos a familias ecuatorianas, como es el caso del Isspol. Las decisiones unilaterales, sin duda, traen consecuencias. Es por eso que, para defender a nuestros clientes, no tendré reparos en iniciar demandas al Estado Ecuatoriano”, indicó Chérrez.
El directivo recalcó que, para reactivar las inversiones afectadas, lo único que se requiere es que el Isspol acepte la reestructuración de estas operaciones, de la misma manera como lo planteó el Gobierno de Ecuador a sus acreedores en la última renegociación de su deuda externa.
El documento añade que las dos estructuras de inversión, que fueron aprobadas y ordenadas por el Isspol desde el 2014 hasta el 8 de enero del 2020, han generado en intereses más de USD 110 millones en rendimientos, líquidos y en efectivo, depositados en las cuentas de la institución. “Lo que quiere decir que, incluso, la actual administración de la entidad renovó estas operaciones, porque confiaba en ellas”.