Ministra de Gobierno, María Paula Romo, y representantes de Decevale se reunieron. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Las operaciones de inversión que realizó el Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol) con las panameñas IBCorp y Ecuador High Yield Bond Fund (HYBF), en las que se presume una estafa por USD 532 millones, no están registradas en la bolsa local.
Pese a esto, actores que operan dentro del mercado fueron claves para concretar las dos operaciones: depósito centralizado de valores (Decevale), Bolsa de Valores de Guayaquil (BVG) y casas de valores.
Decevale, ente encargado de la compensación y liquidación de las operaciones del mercado de valores, está intervenido desde el pasado viernes 18 de septiembre por la Superintendencia de Compañías, Seguros y Valores (SCSV), luego de que el Isspol denunciara que el ente respondió de manera contradictoria a los pedidos de la entidad para conocer dónde están los papeles y garantías que debía custodiar como parte de las operaciones.
Decevale custodia esos valores, pese a que la Ley no lo permite, ya que no están inscritos en el catastro público local.
Además, la Superintendencia habría indicado que Decevale solo tenía un contrato de asesoría con IBCorp para el portafolio del Isspol, pero entre las funciones de la entidad no está brindar asesoría en estos temas, explicó un participante del mercado, que pidió la reserva del nombre.
La interventora de Decevale se reunió ayer, 24 de septiembre del 2020, con representantes del Isspol y la ministra de Gobierno, María Paula Romo. Tras la cita, la firma ofreció entregar en tres días todo lo que tenga en custodia. Los bonos internos irán a custodia del Banco Central, dijo Romo.
Una de las operaciones efectuadas por el Isspol dejó rastros en el mercado de valores local. Se trata de una operación ‘swap’ con la cual el Isspol intercambió bonos de deuda interna con “notas globales” de deuda externa.
Para esta operación se realizó un paso previo: vender bonos internos del Isspol por USD 327 millones a HYBF.
La venta de bonos internos pasó por la Bolsa de Valores de Guayaquil el 30 de diciembre del 2015 y la casa de valores local Citadel fue la intermediaria. Fue la operación más grande del mercado en ese año.
La operación no llamó la atención, sino hasta cuando la actual administración del Isspol pidió que HYBF que pagase en efectivo los valores comprometidos en el contrato, pero la empresa no lo hizo y comenzó a acumular deudas.
Xavier Neira, presidente de Citadel, dijo que la casa de valores no conocía que los bonos internos se iban a usar en la operación ‘swap’.
Además, el directivo indicó que la compensación y liquidación de los bonos internos las realiza el Depósito Centralizado del BCE. “Nosotros no conocemos ni hemos participado en los acuerdos ni entrega de papeles, dado que operó una compensación efectuada de manera directa”, informó.
Añadió que entre sus deberes no está la custodia de bonos ni la obligación de conocer e informar sobre dónde estarían custodiados.
De la segunda operación cuestionada, conocida como repo o reporto, tampoco hay registros en la bolsa de valores. Esta consistía en una promesa de recompra de bonos externos entre IBCorp y el Isspol.
Según el Isspol, entre las irregularidades de esta operación está que los reportos suelen ser operaciones de corto plazo (menos de un año), pero en el caso de los USD 205 millones de la entidad, tenían plazos de más de 400 días.
La empresa IBCorp debía recomprar los bonos en los plazos previstos, pero no cumplió y ya acumula deudas por USD 100 millones, según el Isspol.
José Ibáñez, exgerente de la Casa de Valores Valpacífico, contó que las irregularidades sobre las inversiones del Isspol en operaciones de reporto se alertaron a las autoridades desde julio del 2018.
Ibáñez asegura que, cuando él asumió la gerencia de esa casa de valores, identificó que existían alrededor de USD 200 millones de bonos que supuestamente pertenecían al Isspol y aparecían en las cuentas que Valpacífico tiene en Decevale. “Valpacífico estaba como intermediario de esa operación del Isspol y esos bonos los tenía en Decevale”, dijo.
Ibáñez mostró las cartas enviadas al entonces director del Isspol, David Proaño, para informarle que debía retirar esos papeles, según dijo, “porque era una ilegalidad que la casa de valores Valpacífico tenga esos papeles, la ley no permite que Decevale tenga en custodia papeles que no están inscritos en el catastro”.
En una carta con fecha 10 de julio del 2018, Proaño respondió a Ibáñez que los valores sí están inscritos en el catastro y luego, según Ibáñez, retiró el dinero y lo pasó a otra casa de valores. “La respuesta de Proaño no es correcta, los bonos de deuda externa no están en el catastro nacional, eso se negocia fuera del país”, dijo.
Ibáñez lamentó que pese a que alertó en cartas al Intendente del Mercado de Valores, de la SCSV y a la Contraloría General del Estado sobre esta irregularidad en el 2018, “nunca se tomaron medidas”. La Contraloría le respondió que es competencia de la SCSV.
Esta última sancionó a Valpacífico con USD 73 986 por haber tenido en custodia bonos de deuda externa.
Ayer, 24 de septiembre, la Bolsa de Valores de Quito -que tiene el 27% las acciones de Decevale- se reunió para elegir el directorio y reformar sus estatutos.
La BVG, que es la principal accionista de Decevale, con el 49,9% de las acciones, también prevé elegir a su nueva directiva hoy. Este Diario consultó ayer por correo a Rodolfo Kronfle, titular de la BVG y de Decevale, si conocía que las transacciones se estaban haciendo por fuera del mercado, pero hasta el cierre de la edición no respondió.
En contexto
El Isspol tiene una cartera USD 1 500 millones de inversiones. Además de las operaciones con las dos panameñas, se investigan las inversiones en facturas comerciales de Ecuagran, empresa con irregularidades en sus ventas y colocaciones en fideicomisos.