El presidente de la Junta Política de Regulación Financiera y Monetaria, Marcos López, explicó que el llamado que hizo el presidente de la República, Guillermo Lasso, a los bancos y cooperativas busca un ajuste voluntario de las tasas de interés y de los plazos de los créditos de consumo y de microempresarios.
López señaló que el Gobierno está trabajando en bajar el riesgo país, que ha caído a la mitad, y en recuperar la confianza de la comunidad internacional en Ecuador. “Esos elementos contribuyen a que bajen los niveles de riesgo de los negocios en el país, incluido el de las instituciones financieras, y eso abre un espacio para que bajen las tasas de interés”.
“La Junta establece los techos máximos de las tasas de interés, pero las institucionales financieras puede dar créditos por debajo de esos montos”, dijo.
Si es que no existe esa voluntad o deseo de alinearse en ese diálogo, “habrá que tomar medidas, el presidente definirá esas medidas, y eso ya se resuelve dentro de la Junta”.
Recordó que el año pasado la Junta emitió una resolución que daba un plazo para que el Banco Central proponga una metodología técnica para la definición de las tasas máximas de interés de los créditos. El Banco debía presentar ese planteamiento en mayo pasado, pero el plazo se amplió hasta fines de este mes.
Por su parte, la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD) está revisando el llamado que hizo el presidente de la República, Guillermo Lasso.
Sin embargo, la directora ejecutiva de esta Red, Valeria Llerena, anticipó que el sector está a la espera de que la Junta resuelva la nueva definición de las tasas de interés máximas de los créditos, que espera que sea técnica.
“Estamos pendiente de eso, eso es fundamental y ahora más que nunca. El Presidente tiene el conocimiento técnico de que esta normativa debe tener en cuenta un componente técnico para que se tomen decisiones acertadas”.
Llerena dijo que una decisión de esa naturaleza es importante para que no se afecte la colocación del crédito y la inclusión financiera. Por ejemplo, recordó que si bien el número de operaciones y la cartera de microcrédito ha incrementado, se han concentrado en ciertos clientes dejando afuera a los grupos vulnerables.