Estados Unidos lo considera como “uno de los narcotraficantes más importantes del mundo en la actualidad”. Se trata del ecuatoriano Wilder Emilio Sánchez Farfán, alias ‘Gato’, de 41 años.
Farfán es buscado por EE.UU., pues tiene un proceso judicial por narcotráfico. El 10 de febrero del 2022, el Departamento del Tesoro de ese país lo sancionó a él y al mexicano Miguel Ángel Valdez por sus nexos con los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (JNG).
Las sanciones emitidas por el Departamento del Tesoro implican que las propiedades que ambos tengan en territorio estadounidense quedan confiscadas y también se prohíbe a los ciudadanos de ese país mantener transacciones comerciales con ellos.
¿Cómo operaba Wilder Sánchez Farfán?
Sánchez Farfán nació el 27 de septiembre de 1980. Trabajó junto a Telmo Castro, exmilitar ecuatoriano conocido como alias ‘El Capi’. Él operaba en el país desde el 2010 y mantenía nexos en Colombia, México y varios países de Centroamérica para el tráfico de drogas. Falleció en 2019.
Según informes de Inteligencia policial, Sánchez fue el responsable de la implementación de cinco laboratorios para producir drogas. Esos lugares fueron destruidos por la Policía entre mayo de 2010 y abril de 2012.
El 6 de junio de 2013, Sánchez y Castro fueron detenidos durante un operativo liderado por agentes antinarcóticos. Todo ocurrió a las 19:00. Ambos llegaron en un vehículo a una pista de aterrizaje del sector Campo Verde, ubicada en la vía El Empalme-Pichincha, en Guayas. Minutos antes había aterrizado en ese sitio una aeronave.
Mientras ellos hablaban con dos mexicanos que llegaron en la avioneta, el resto de miembros de la banda criminal abastecían con combustible a la aeronave. La Policía intervino cuando vio que un camión se acercaba a la pista. Al notar la presencia policial, los miembros de esa organización comenzaron a disparar y hubo un enfrentamiento.
Finalmente, los uniformados lograron interceptar a Castro y Sánchez. Ambos fueron esposados y trasladados a una unidad judicial. La Fiscalía los acusó por narcotráfico y los señaló como miembros de una organización criminal que tenía previsto enviar a México casi media tonelada de cocaína, pues en el camión que estaba en la pista había 450 paquetes de cocaína.
El 13 de junio de 2014, un Tribunal de Garantías Penales del Guayas sentenció a Sánchez Farfán a tres años de cárcel y a Castro a 10 años y ocho meses. La Fiscalía apeló ese fallo.
Seis meses después, la Corte del Guayas les incrementó la pena. A Castro le impusieron 13 años de prisión y a Sánchez, cuatro años.
Sin embargo, este último estuvo recluido en la Penitenciaría de Guayaquil y en la cárcel de Turi (Cuenca) solo dos años. Salió el 28 de octubre de 2015 después de que un juez de Garantías Penitenciarias, le concediera la prelibertad.
En el 2019, Sánchez Farfán fue acusado de narcotráfico por un Tribunal del Distrito Sur de California (EE.UU.). Actualmente está prófugo.
El 10 de febrero del 2022, la Embajada de Estados Unidos en México dio más detalles sobre cómo operaba. “Contribuyó materialmente a la proliferación internacional de drogas ilícitas y sus métodos de producción”, indicó ese organismo.
Esa entidad añadió que Sánchez Farfán coordina la producción de toneladas de cocaína en laboratorios de fabricación en el sur de Colombia. También se encarga de trasladar ese narcótico a Ecuador.
Según las investigaciones, esos cargamentos de cocaína se despachan desde Ecuador a América Central, México y los Estados Unidos, a través de aviones privados, embarcaciones marítimas, contenedores comerciales y vehículos terrestres.
Estados Unidos asegura que él suministra cocaína al Cartel de Sinaloa. Utiliza socios en México para facilitar embarques de varias toneladas de cocaína a miembros del Cartel de Sinaloa que operan en Culiacán, Manzanillo y Ensenada, en México. El Cartel de Sinaloa es una de las organizaciones más antiguas y poderosas de narcotráfico en ese país.
Además, Sánchez Farfán ha enviado a representantes de su organización a México para reuniones con miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación para establecer una relación de trabajo e importar grandes cantidades de toneladas de alcaloides. Ese cartel también se encuentra entre las organizaciones narcotraficantes más poderosas en México y es conocido por sus actos de violencia.
El Cartel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación son responsables del tráfico de una proporción significativa de fentanilo, cocaína y otras drogas mortales que ingresan a los Estados Unidos.