Los chicos y las chicas de una prestigiosa universidad de Teherán comieron juntos este lunes 24 de octubre, ignorando la segregación por sexos que imponen los estrictos códigos de conducta iraníes y después de que las autoridades cerrasen el comedor para impedirlo.
Sentados juntos en el suelo, con largas telas como manteles, los estudiantes masculinos y femeninos de la elitista Universidad Tecnológica de Sharif compartieron el almuerzo en un gesto de desafío en medio de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini.
“Los universitarios, como una familia, comieron juntos en la universidad, tras el cierre del comedor”, informó el diario del centro educativo Sharif Today. Al texto le acompañaban dos fotografías que mostraban a chicos y chicas comiendo juntos en el suelo del patio de la universidad.
Voces universitarias
El estricto código de conducta de Irán establece colegios e institutos separados para niños y niñas, mientras que las universidades admiten a estudiantes de ambos sexos, pero mantiene los comedores separados.
La comida conjunta se produce después de que durante el fin de semana se produjeran incidentes en esa universidad por las comidas en el comedor, que fue escenario a principios de octubre de fuertes choques con las fuerzas de seguridad, lo que llevó a las autoridades a suspender las clases presenciales hasta el sábado 22 de octubre.
En la misma jornada de su reapertura, estudiantes femeninas entraron al comedor masculino con velos, rompiendo las normas de segregación de sexos, lo que provocó la expulsión de 33 alumnos, según algunas fuentes. El domingo, los estudiantes protestaron por esas expulsiones y según videos sin verificar fueron atacados por basijis, una milicia islámica leales al régimen iraní.
La respuesta de los estudiantes fue comer este lunes en el suelo del centro, una situación que ocurrió también en otras universidades iraníes. Así fue en la Universidad de Ciencias Médicas de Isfahan, donde tras dos horas de protesta los estudiantes masculinos y femeninos lograron comer juntos en el comedor. Según videos sin verificar compartidos en redes sociales.
Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini. Tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico. Las manifestaciones están siendo duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Las manifestaciones son protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de “mujer, vida libertad”, quienes lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho.
Las universidades se han convertido en uno de los principales puntos de unas protestas que ha causado al menos 108 muertos, según la ONG Irán Human Rights, con base en Oslo (Noruega), que documenta la situación.
Rigurosa justicia
Entre tanto, la justicia iraní ha acusado a 315 personas en Teherán por su participación en las protestas a raíz de a muerte de Masha. Cuatro enfrentan la pena de muerte.
El fiscal Ali Salehi anunció el 24 de octubre las 315 acusaciones por “intención de actuar contra la seguridad del país”, “propaganda contra el sistema” y “perturbación del orden público”. Informó la agencia de noticias Mizan, del Poder Judicial.
Cuatro de los acusados se enfrentan a cargos por “enemistad con Dios”. Por el uso de “armas para aterrorizar a la sociedad, herir a miembros de las fuerzas de seguridad, provocar incendios y destruir propiedades públicas y privadas”, indicó Salehi.
Al menos 3 000 personas han sido detenidas solo en la provincia de Teherán. 200 de ellas universitarios y otros 200 escolares desde el inicio de las protestas. Pero una fuente de Irán Human Rights asegura que tienen constancia de 12 500 detenciones hasta ahora.
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