Los profesores de la educación pública de Panamá regresaron este martes 2 de agosto de 2022 a las escuelas para impartir clases, después de casi un mes de huelga. Luego de la paralización de actividades, los docentes lograron un aumento del presupuesto educativo en una mesa de diálogo con el Gobierno. Además, se dispuso la rebaja del precio del combustible y de la canasta básica.
“Tenemos ya casi un 90% de las escuelas, sobre todo las más importantes a nivel nacional, que están retornando. Todavía quedan las que los educadores tienen que ser trasladados por ser áreas de difícil acceso“, dijo el viceministro de Educación, Ricardo Sánchez.
Unos 840 400 estudiantes están regresando a las aulas de 3 000 escuelas públicas, según cifras oficiales publicadas este martes por el Gobierno.
Con emoción e incertidumbre
En una escuela pública del popular barrio de San Miguelito, en Ciudad de Panamá, los profesores y estudiantes regresaron a las aulas. Con “emoción” y bajo la incertidumbre de los métodos para recuperar los contenidos educativos paralizados durante la huelga, educadores y alumnos retornaron.
“Estoy emocionada (…) por el retorno. Borrón y cuenta nueva”, declaró Xiomara Correa, la subdirectora de la escuela Carlos A. Mendoza. El plantel está situado en una de las áreas más violentas del barrio capitalino.
El gremio de docentes de la educación pública de Panamá anunció una huelga indefinida a inicios del pasado julio para exigir una rebaja del elevado costo de combustible, alimentos y medicamentos, con masivas protestas en las calles. Algunas movilizaciones registraron heridos por enfrentamientos entre la Policía y manifestantes en la provincia central de Veraguas, corazón de las manifestaciones.
A esta huelga educativa se sumaron progresivamente sindicatos, gremios, organizaciones indígenas y sociedad civil con manifestaciones, convirtiéndolas en las más intensas en décadas.
Diálogo
El Gobierno y los líderes de las protestas instalaron el pasado 21 de julio una mesa de diálogo, mediada por la Iglesia católica. Los encuentros buscaban una solución a la crisis, en la que docentes y el Ejecutivo pactaron destinar el 6% del PIB, unos USD 1 200 millones, a la educación en el 2024.
El Gobierno también congeló el precio del combustible y de algunos productos de la canasta básica, además de anunciar un “plan de austeridad” que reduce un 10% la planilla estatal y los gastos de los ministros.
“Le doy gracias al Señor, me siento contenta de que los niños regresen a las aulas. Ellos necesitaban volver, aprender más, que los maestros los atiendan. Al final se logró lo que los maestros y padres de familia peleaban en la calle”, explicó Ilka Fernández, representante de madres y padres de la escuela Carlos A. Mendoza.