La noticia de la muerte de una bebé española de 20 meses impactada por un granizo de alrededor de 10 centímetros de diámetro dio la vuelta al mundo. Además, hubo daños y heridos en la provincia de Girona.
Pese a lo extraño de la caída de pedazos de hielo tan grandes, los expertos en temas meteorológicos vaticinan que puede extenderse a zonas donde es poco frecuente. Y hay antecedentes: la noche del 21 de julio de 2021, granizos del tamaño de pelotas de golf cayeron repentinamente del cielo en Leicestershire, Reino Unido.
Y es que el cambio climático está alterando el patrón de las tormentas de granizo. En Texas, Colorado y Alabama, en Estados Unidos, el récord por las piedras de granizo más grandes fue superado en los últimos tres años. Esto con bolas de hielo que alcanzaron los 16 cm. En 2020 en Trípoli, la capital de Libia, cayó granizo de hasta 18 cm.
Las razones
Sobre este tema, la cadena británica BBC indagó el 1 de agosto de 2022 la razón por la que el cambio climático está causando un aumento en la cantidad de hielo que cae del cielo y si existe un límite para el tamaño de las rocas de granizo.
El especialista David Hambling señalaba que la rapidez con la que crece una piedra de granizo depende de la cantidad de humedad en el aire. Y que esta continuará creciendo hasta que la corriente ascendente ya no sea lo suficientemente fuerte para mantenerla en el aire.
Así, una corriente ascendente de 103 km/h admite granizo del tamaño de una pelota de golf. Mientras que una corriente un 27% más rápida puede crear granizo como pelotas de béisbol. Sin embargo, las tormentas destructivas que producen granizo de más de 25 mm de diámetro requieren un conjunto específico de condiciones, dice Julian Brimelow, especialista en ciencias físicas de Medioambiente y Cambio Climático de Canadá.
Necesitan suficiente humedad, corrientes ascendentes poderosas y un “factor desencadenante”, generalmente un frente meteorológico, añade el experto. Y por eso, las tormentas de granizo graves generalmente se limitan a zonas particulares, como las Grandes Llanuras en EE.UU. y la Costa Dorada de Australia.
Pero cambios que ya están sucediendo llevan a concluir que las tormentas de granizo serán más frecuentes en Australia y Europa, pero disminuirán en el este de Asia y América del Norte. También se prevé que las tormentas de granizo se volverán generalmente más intensas. Y si bien las tormentas pueden ocurrir menos en América del Norte, el tamaño del hielo puede aumentar.
Esto porque la altura de derretimiento aumentará, por lo que los granizos pequeños se volverán lluvia antes de tocar el suelo, pero las piedras más grandes pasarán demasiado rápido por la zona cálida como para derretirse.