El Gobierno noruego anunció este 7 de diciembre del 2021 que reintroducirá las mascarillas en interiores y prohibirá la venta de alcohol en la restauración después de medianoche para frenar el contagio de coronavirus y evitar que se sature la sanidad.
El nuevo paquete de medidas, que entrará en vigor este 9 de diciembre y estará vigente cuatro semanas, incluye limitar a diez personas el número máximo de invitados en los hogares (veinte en las fiestas navideñas), recomendar mantener una distancia mínima de un metro y restricciones a la actividad deportiva en interiores.
“La situación es tan seria que debemos introducir nuevas medidas para mantener el control”, dijo en rueda de prensa el primer ministro noruego, Jonas Ghar Støre.
Støre aludió al peligro que representa la variante Ómicron y señaló que algunos hospitales están ya al límite de su capacidad.
Las medidas responden a una recomendación de la Dirección General de Sanidad y del Instituto de Salud Pública (FHI), que horas antes había calificado de “grave” la situación y estimado que la variante Ómicron podía ser la dominante en el país a finales de enero.
El FHI considera “probable” que la Ómicron sea más contagiosa que la Delta, pero “poco probable” que sea más peligrosa para los vacunados, incluso “quizás” con menos casos serios de covid-19.
Noruega, donde se han confirmado ya 29 casos de esa mutación del coronavirus, es uno de los países menos afectados de Europa por la pandemia, aunque en las últimas semanas ha registrado cifras récord de nuevos casos y los ingresos hospitalarios se han multiplicado.
Las autoridades han notificado hasta ahora 285 488 infectados y 1 096 muertos, con un índice de mortalidad de 20,44 por cada 100 000 habitantes, uno de los más bajos del continente.