La publicación de una carta de el ‘Mayo’ Zambada arroja nueva luz sobre los hechos del 25 de julio de 2024. El líder del cartel de Sinaloa niega categóricamente haberse entregado voluntariamente ese día y hace un llamado a la paz en Sinaloa (México).
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En la carta, difundida por su abogado, el narcotraficante afirma que no se entregó a las autoridades de EE.UU. Según él, lo secuestraron y lo llevaron a la fuerza desde México.
“No me entregué ni vine voluntariamente a los Estados Unidos, ni tenía ningún acuerdo con ninguno de los dos gobiernos. Al contrario, fui secuestrado y llevado a los EE. UU. a la fuerza y contra mi voluntad”.
Zambada cayó en una emboscada
Zambada cayó en una emboscada. Según su relato, lo convocaron a una reunión en el rancho Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán. Esto lo hizo Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El objetivo era mediar en un conflicto entre el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y Héctor Cuén Ojeda, exdiputado federal y exalcalde de Culiacán.
A Cuén lo mataron la misma noche de la detención de Zambada. Al llegar al rancho, Zambada un grupo de hombres armados lo emboscó. Le pusieron esposas, una capucha y lo obligaron a subir a una camioneta. Esto según su relato.
“Fui emboscado. Un grupo de hombres me asaltó, me derribaron y me pusieron un pasamontañas de color oscuro sobre la cabeza”.
Lo llevaron a una pista de aterrizaje y lo subieron a un avión privado que lo llevó a El Paso, Texas. Ahí lo entregaron a las autoridades estadounidenses. En su declaración, Zambada niega rotundamente cualquier cooperación voluntaria con las autoridades y subraya que se lo llevó bajo coacción.
Zambada quiere evitar otro ‘Culiacanazo’ en Sinaloa
A el Mayo Zambada le preocupa una escalada de violencia tras su detención. Instó al pueblo de Sinaloa a evitar la violencia y mantener la paz en el estado. Subraya las consecuencias negativas que la violencia podría acarrear para todos los involucrados.
La captura de Zambada, lejos de estabilizar la situación, podría provocar una guerra interna que afectaría gravemente a la población civil.
En la carta de Zambada se menciona la muerte de Héctor Cuén Ojeda, quie lo califica de amigo. Según él, su muerte está relacionada con su secuestro.
Cuestiona la versión oficial de su muerte, que señala un intento de robo en una gasolinera, y señala que Cuén fue asesinado durante los mismos eventos que llevaron a su captura.