Los chicos de la educación pública recibirán nuevos textos escolares por módulos y sin adoctrinamiento político

En el Régimen de Rafael Ccorrea se incluyeropn referencias a la revolución ciudadana y al Socialismo del Siglo XXI en los textos escolares de la educación pública del Ecuador. Foto: Captura de pantalla

En el Régimen de Rafael Ccorrea se incluyeropn referencias a la revolución ciudadana y al Socialismo del Siglo XXI en los textos escolares de la educación pública del Ecuador. Foto: Captura de pantalla

Niños de tercero de Básica de la Escuela Manuela Espejo, con el libro de Naturales. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Desde el próximo ciclo lectivo que se iniciará en septiembre del 2019 en el régimen Sierra, los estudiantes del sistema de educación pública dejarán de trabajar con libro y usarán textos escolares por módulos de 16 páginas cada uno.

El Ministerio de Educación lo confirmó a EL COMERCIO. Para ello, fueron contratadas 260 personas, entre autores y editores con formación y experiencia docente, correctores de estilo, ilustradores y diagramadores.

En promedio se elaborarán 726 módulos. Según Educación, se entregarán 12 por cada grado de Educación Básica y de Bachillerato, de las áreas de Lengua y Literatura, Matemática, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales e Inglés.

Una inversión de USD 2,4 millones se tiene prevista para la edición de los textos modulares. En el 2016 se adjudicaron USD 3 millones menos de los 10,3 millones presupuestados.

En los nuevos textos hay un tratamiento interdisciplinario -detalló Educación- y se eliminará todo tipo de adoctrinamiento político e ideológico.

Según el cronograma de la Subsecretaría se distribuirán, listos para impresión, dos módulos hasta el 28 de junio, cuatro más hasta el 30 de septiembre y los últimos seis hasta el 16 de diciembre del 2019.

Esto quiere decir que para el inicio de clases en la Sierra, en septiembre próximo, los estudiantes tendrán en sus manos dos de los 12 módulos.

En el Régimen de Rafael Correa se incluyeron referencias a la revolución ciudadana y al Socialismo del Siglo XXI en los textos escolares de la educación pública del Ecuador. Foto: Captura de pantalla


Esto preocupa a la industria editorial privada, que hasta antes de la medida participaba en la elaboración de libros de texto para el sistema público. El martes pasado, 14 de mayo del 2019, representantes de la Asociación de Editores de Libros de Texto se reunieron con el subsecretario de Fundamentos Educativos, José Brito, con el fin de ofrecer su participación para la elaboración de los textos.

Juan Páez Salcedo, editor general de Maya Ediciones, dijo que Brito les indicó que dos pisos del Ministerio de Educación están ocupados por ‘la editorial del Estado’ y que el equipo ya está trabajando.

“Nunca antes en la historia de la educación ecuatoriana se ha dado que el Ministerio haga los libros”, comentó Páez.

El gerente de la editorial Edinun, Vicente Velásquez, se pregunta si los módulos que desarrollará la Cartera incluyen otras herramientas para el docente y para el aula.

El texto -señala- representa el 30% de un todo, porque lo acompañan otros recursos físicos y digitales. Siete meses, como mínimo, le toma a Edinun la elaboración de un libro.

Desde lo técnico, el editor general de esa casa, Edison Laso, considera que la entrega por partes puede generar desorden en la planificación anual. Lo importante -destaca- es que se tome en cuenta un diagrama de flujo editorial. Él cuenta con un equipo de nueve personas para la elaboración de textos escolares.

Para Páez, tampoco se ha discutido si los profesores están o no capacitados para trabajar en módulos. Además, asegura que los módulos tienen una estructura pedagógica distinta, para la que no están preparados los estudiantes.

“No es lo mismo un libro de texto que un módulo”. Estos últimos -explica- son de autoaprendizaje y generalmente los utilizan alumnos de educación semipresencial o a distancia. Mientras que el libro de texto es para los aprendizajes grupales y colaborativos.

Fanny Noboa, docente de tercero de Básica de la Escuela Manuela Espejo, de Quito, no sabía sobre el cambio de libros a módulos para el próximo año lectivo. Opina que, como docente, deberá adaptarse al nuevo formato. La Directora de la institución recibió una comunicación sobre la medida.

Con las editoriales fuera de la elaboración de textos para la educación pública existiría una afectación económica para el sector. Paúl Córdova, jefe de la editorial Don Bosco, señaló que el Gobierno era uno de sus principales clientes. Por eso, anota, su estrategia se concentrará en llegar a más escuelas y colegios privados.

Según el Ministerio, el desarrollo de los textos modulares representa un 25% del valor que se pagaba en años anteriores por la cesión de derechos.

Los representantes de las editoriales también hablan de la certificación necesaria para que un libro se imprima. Esta la obtienen luego de una revisión que realizan universidades designadas por el Ministerio. Eso tardaba unos tres meses.

María Cristina Espinosa, de la Dirección Nacional de Currículo de la Subsecretaría, dijo que como parte del equipo del Ministerio que elabora los módulos cuentan con expertos lectores, que son quienes validarán los contenidos.

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