Escuelas iniciaron clases con dificultades en Manabí

El pasillo de la unidad educativa Jaime Roldós Aguilera se dañó tras una inundación. Foto Diana Delgado para EL COMERCIO

El pasillo de la unidad educativa Jaime Roldós Aguilera se dañó tras una inundación. Foto Diana Delgado para EL COMERCIO

El pasillo de la unidad educativa Jaime Roldós Aguilera se dañó tras una inundación. Foto Diana Delgado para EL COMERCIO

En las aulas de las escuelas rurales de Manabí hay ausentismo. Las lluvias han impedido que los niños asistan a las dos primeras semanas de clases.

En el recinto Larrea, del cantón Tosagua, las clases empezaron solo con el 40% de los alumnos. Los 42 niños que viven en la montaña, a 15 kilómetros de la escuela Montero Larrea, no han podido llegar porque el camino está enlodado y los esteros se han desbordado.

Deisy Dueñas, directora de la escuela Montero Larrea, dice que el ausentismo en la institución puede durar hasta mediados de mayo, cuando las lluvias disminuyan.

La maestra señala que antes de iniciar clases, los padres de familia hicieron varias mingas para evacuar el agua empozada que había en el patio de la escuela. Pero las fuertes lluvias volvieron a inundar la institución. “Otra vez estamos llenos de zancudos y los niños no pueden salir a jugar al patio”.

En esa institución, el sistema de desagüe colapsó y por eso el agua se empoza. Además, el alcantarillado sanitario tiene filtraciones. Dueñas asegura que expuso el caso ante las autoridades de la Coordinación Zonal 4 de Educación. “Me dijeron que se estaban gestionando los recursos”.

En la escuela 25 de Junio, los niños se cambian los zapatos enlodados para entrar en el aula. Foto: Diana Delgado para EL COMERCIO

Según la Coordinación Zonal 4 de Educación, 133 escuelas sufrieron daños en este invierno. De esas, 13 fueron las más afectadas. Datos preliminares señalan que unos 6 580 estudiantes están matriculados en las 133 escuelas.

Para atender a estos planteles se coordinó con los municipios para que evacuaran escombros y repararan los daños. Hace dos semanas, las escuelas fueron habilitadas.

Pero las lluvias siguen afectando a los poblados rurales de los cantones Chone, Tosagua, San Vicente, Portoviejo, Rocafuerte y Pichincha.

En la comunidad La Estancia, de San Vicente, la escuela Jaime Roldós Aguilera inició clases, pese a que los trabajos del Municipio continúan.

Esa escuela se inundó en marzo y se llenó de lodo, tras el desbordamiento del estero. Se dañaron los pupitres, dos computadoras y las baterías sanitarias. Los pasillos de tierra son lodazales y las paredes de las dos aulas se humedecieron.

La maquinaria del Municipio de San Vicente ha tenido dificultades para llegar hasta esta escuela, porque la vía principal está cubierta de lodo por las lluvias continuas en San Vicente y Tosagua.

Los padres de familia colocaron piedras y tablas de madera en los pasillos para que los niños pudieran ingresar hasta las dos aulas de clase.

La maestra Gellyt Moreira cuenta que en la escuela se matricularon 20 alumnos, pero solo han asistido 10.

La madre de familia Rosalía Zambrano comenta que su vivienda está ubicada a 6 kilómetros de la escuela y eso ha dificultado el traslado de su hijo. “El camino es de tierra y hasta los caballos se quedan enterrados. Por eso, acudí a la escuela para pedir que guardaran el cupo para mi hijo”.

Una situación similar viven los padres de familia de la comunidad Los Pozos de Tosagua. El camino para llegar a la escuela está interrumpido por un montículo de tierra y en la vía principal que conecta Tosagua con Bahía de Caráquez hay dos derrumbes, que se registraron hace un mes.

Según el Municipio de Tosagua, en esa zona se realiza un estudio para determinar los trabajos que se deben realizar en esa pared montañosa, donde en este invierno se han registrado seis deslaves.

El departamento de Comunicación municipal informó que la maquinaria del Ministerio de Transporte y Obras Públicas habilitó uno de los carriles y se tiene previsto que la próxima semana se retire el resto de material de la vía. “En esa zona se sigue desprendiendo tierra y eso dificulta la limpieza total”, se informó desde el Municipio de Tosagua.

Mientras, los padres de familia deben cruzar con sus hijos en brazos, por el lodo y agua que se ha acumulado antes de llegar a la escuela. Incluso los llevan con botas y en el aula les colocan los zapatos escolares.

Las autoridades harán una visita a las comunidades rurales la próxima semana. Además, se tiene previsto que en mayo se habiliten 37 escuelas unidocentes o bidocentes.

Se evalúa que las escuelas no estén en zonas de riesgo. En cada institución se invertirán entre USD 50 000 y 70 000.

En contexto

En Manabí hay 1 832 instituciones educativas. De esas, 550 pertenecen a la zona rural y áreas no delimitadas. En este invierno, que se inició en diciembre, 133 se afectaron. 86 sufrieron inundaciones y en 13 colapsaron los sistemas de alcantarillado sanitario.

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