La noche del viernes 6 de septiembre de 2024, la Policía Nacional del Ecuador, en conjunto con el Bloque de Seguridad, realizó un allanamiento en el sector de Pisulí, al noroccidente de Quito, para detener a un cabecilla del grupo delincuencial organizado (GDO) Los Tiguerones.
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Operativo contra Los Tiguerones en Quito
El operativo fue parte de las acciones que lleva adelante la Unidad de Lucha Contra el Crimen Organizado (ULCO) en su estrategia contra las organizaciones criminales que operan en el país.
Durante la operación, fue detenido un ciudadano identificado con el alias de “El Rey”, quien tenía una boleta de captura pendiente por el delito de tráfico ilícito de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización.
Carlos E., como se identificó al detenido, es considerado un objetivo de intermedio valor dentro de las investigaciones policiales. Se le vincula con el grupo delictivo Los Tiguerones, una organización armada que opera en varias provincias de Ecuador.
Este GDO ha sido señalado por su implicación en múltiples actividades ilícitas, tales como extorsión, secuestro, sicariato y, principalmente, tráfico de drogas. La captura de “El Rey”, según la Policía Nacional, representa un avance importante en la desarticulación de esta red criminal que ha afectado a varias comunidades en el país.
Durante el allanamiento, la Policía encontró en posesión de Carlos E. varios indicios que refuerzan su vinculación con actividades ilícitas.
Entre los elementos hallados se cuentan 61 municiones de calibre 556, dos teléfonos móviles, aproximadamente 350 gramos de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización y 553 dólares en efectivo.
Estos elementos fueron incautados como parte de la investigación que sigue su curso. La Policía Nacional aseguró que este operativo es parte de la estrategia en la lucha contra el crimen organizado en Ecuador.
Los Tiguerones: una amenaza creciente
El grupo armado Los Tiguerones ha ganado notoriedad en los últimos años por su capacidad para llevar a cabo actividades delictivas de gran impacto en distintas regiones del país. Esta organización ha establecido conexiones tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales, dedicándose al narcotráfico, la extorsión y el sicariato. Sus acciones han generado temor en la población, especialmente en sectores vulnerables, donde su control territorial ha derivado en un aumento de la violencia.
El operativo en Pisulí, donde fue capturado “El Rey”, forma parte de una serie de esfuerzos por parte de la Policía Nacional para desarticular a este grupo y otros similares. Las autoridades han intensificado las operaciones en áreas donde Los Tiguerones tienen presencia, buscando reducir su influencia y detener a sus principales cabecillas.
Actividades de Los Tiguerones
La captura de Carlos E. es vista como un golpe significativo a la estructura del grupo, aunque las autoridades reconocen que la lucha contra estas organizaciones será un proceso continuo y de largo plazo.
Además de su participación en el narcotráfico, Los Tiguerones han sido responsables de varios actos de violencia en Ecuador. El sicariato, una de las prácticas más comunes entre sus miembros, ha dejado una estela de asesinatos en distintas zonas del país.
La extorsión a comerciantes y pequeños empresarios es otra de las formas en que este grupo obtiene recursos, aprovechándose del miedo y la falta de protección en algunas comunidades. La Policía ha identificado varios nexos entre Los Tiguerones y redes de narcotráfico internacionales, lo que convierte su desarticulación en una prioridad de seguridad nacional.