Fernando Guamán, Santiago Jerez, Ana Lucía Chiliquinga y Alberto Ainaguano tienen algo en común: los cuatro son jóvenes y están al frente de los cabildos, gobernanza de los pueblos y del movimiento indígena en la Sierra centro. Ellos son los encargados de resolver los conflictos de tierras, robo, violencia intrafamiliar, educación, salud o de gestionar obras para el desarrollo dentro de la comunidad.
También, a través de charlas, buscan mantener vivos los saberes ancestrales y kichwa. Además, son quienes transmiten esos conocimientos a los niños y jóvenes en sus visitas a las comunidades. Los taitas de la comunidad se convirtieron en sus guías. Ellos consultan al consejo de ancianos para adoptar decisiones especiales e importantes para el bienestar de las comunidades de Tungurahua y Chimborazo.
Liderazgo juvenil
Desde febrero de 2022, Fernando Guamán, de 34 años, se posesionó como el nuevo presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Chimborazo (Micch). Su equipo de trabajo está integrado por jóvenes y gente de experiencia. Ha estado presente en las movilizaciones de octubre de 2019 y julio de 2022, dirigiendo a las organizaciones de segundo grado.
“No es un trabajo fácil. Las decisiones se adoptan en conjunto con las bases para estar en armonía”. El joven es de la comunidad Puesetus Grande, de la parroquia Flores, en el cantón Riobamba. Fue dirigente de su zona y, posteriormente, fue elegido como parte del Consejo de Gobierno de las comunidades indígenas y organizaciones campesinas de esa localidad.
En febrero de 2022 fue seleccionado como Presidente de la Comich. “Es un proceso el que hemos efectuado desde los 17 años, siempre trabajando por la comunidad, siendo consciente y leal en la defensa de los derechos de las comunidades y de las organizaciones”, dice el dirigente. El 14 de septiembre, Guamán viajó al cantón Alausí, localizado al sur de Riobamba. Ahí se reunió con los cabildos de las organizaciones de esa zona.
Cuenta que está convencido de que es el momento de la juventud para sacar adelante a las organizaciones con una mejor educación, salud, vialidad y ayuda social, pero siempre guiados por los sabios de los pueblos. Uno de ellos es Pedro León.
Este exdirigente y sabio del pueblo le ayuda con consejos, pero, al final, el joven dirigente es quien adopta una decisión. Los mayores problemas que debe resolver son de tierras, violencia familiar, conyugal, robo, gestionar proyectos y más.
Tiempo de cambios
El 19 de septiembre será posesionado Alberto Ainaguano como presidente electo de la Confederación de los Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari). El dirigente de la comunidad Chibuleo, en Ambato, tiene 40 años. Está convencido de que es la hora de los jóvenes.
Manifiesta que más de 52% de los cabildos y organizaciones de segundo grado de la Sierra centro están integrados por gente entre los 20 y 45 años. Afirma que la formación de un dirigente de segundo grado comienza con el trabajo comunitario, participando en mingas, siendo críticos constructivos en las asambleas y aprendiendo de las personas con experiencia como los taitas y mamas.
El dirigente dice que gracias a los procesos de lucha de los pueblos y nacionalidades, tienen sus derechos en la Constitución de la República. A esto se suma la preparación de los chicos que regresan a sus comunidades para aportar con sus conocimientos.
Gente que empieza a dirigir
Ana Lucía Masaquiza se convirtió en la gobernadora más joven del pueblo Salasaka, en Tungurahua. A sus 24 años, ella es la principal dirigente de esta parroquia de 12 000 habitantes. El miércoles 14 de septiembre participó de varias reuniones en comunidades de Guasalata, solucionando unos conflictos de tierra.
En el mismo sector vive Santiago Jerez, que en enero de 2022 fue electo como dirigente del cabildo de Capillapamba, en Salasaka. Con ayuda de la maquinaria del Consejo Provincial, ahora trabaja en la ampliación de la vía que conduce a esta zona.
Otras panorámicas
La exdirigente del Cabildo de Chibuleo, Manuela Sisa, asegura que los jóvenes, quienes tienen procesos de formación organizativa, están asumiendo la responsabilidad de conducir las riendas de las organizaciones de segundo grado, los cabildos y la dirección de entidades nacionales.
Cuando un joven se inicia es guiado por los dirigentes mayores que, por su experiencia, aconsejan las acciones que debe aplicar en un conflicto en caso de tierras, por ejemplo”, menciona Sisa. Para ella, esta conjunción entre sabiduría, experiencia y nuevos ánimos de los más jóvenes les ayuda a mantener sus procesos políticos internos y externos.