Fernando Bustamante: ‘Al margen de la disciplina partidista hay que ver cuál es el estado de ánimo de los electores’

El asambleísta Fernando Bustamante salió de la sede de Alianza País la noche de ayer lunes 7 de diciembre del 2015. Él asistió a una reunión con la Comisión de Ética del oficialismo. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

El asambleísta Fernando Bustamante salió de la sede de Alianza País la noche de ayer lunes 7 de diciembre del 2015. Él asistió a una reunión con la Comisión de Ética del oficialismo. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

El asambleísta Fernando Bustamante salió de la sede de Alianza País la noche de ayer lunes 7 de diciembre del 2015. Él asistió a una reunión con la Comisión de Ética del oficialismo. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

El legislador oficialista Fernando Bustamante aseguró que el jueves 3 de diciembre enfrentó un dilema ético con su conciencia, los mandantes y la colectividad de la que es parte y exige disciplina (Alianza País). Se abstuvo en la votación porque decidió hacerle caso a su conciencia. Y “estar en sintonía con los electores del Distrito Norte” al que representa. “Juzgué que la ciudadanía tenía un criterio, bastante mayoritario, diferente a la propuesta”.

Eso expresó el asambleísta de Alianza País la mañana de este martes 8 de diciembre del 2015, entrevistado por el programa Punto Noticias, de Pichincha Universal. Habló sobre la reunión de ayer con la Comisión de Ética de Alianza País y sobre las razones por las que se abstuvo en la votación sobre las polémicas enmiendas constitucionales.

Sobre su abstención

“Cuando uno se enfrenta a tomar una decisión y en este caso un voto, en su fuero íntimo dice hay cosas aquí que no podría defender frente al espejo de la conciencia o ante mis propios conciudadanos. Al margen de la disciplina partidista que hay que respetar, son los electores a los que nos debemos y hay que ver cuál es el estado de ánimo de ellos. Todo legislador o todo representante tiene la obligación de buscar estar en sintonía con el sentimiento mayoritario de sus electores.

"Establecí una jerarquía de valores y elegí el que estaba más alto (en la escala). Juzgué que la conciencia y mi percepción de que la ciudadanía tenía un criterio, bastante mayoritario, diferente a la propuesta. Me pareció que eso debía tener prioridad y que debía asumir el costo ético de violar una norma. En este dilema me hubiera sentido peor violando las otras, de la conciencia, fuero íntimo y el sentimiento popular".

Alianza País

"País siempre ha sido un colectivo en estrecha sintonía con el sentir popular. Y cuya fuerza y prestigio y capacidad electoral ha estado muy vinculada a la capacidad de leer el sentimiento colectivo. Y de hacerse intérprete de la voluntad popular. Esa ha sido una de sus fuerzas y creo que en esta ocasión no fue así en mi modesta opinión. Otros me dirán otra cosa, pero está a la vista, lo que la gente en su mayoría, al menos en el Distrito Norte que es el que yo represento, sentía. Tuve que optar”.
La objeción de conciencia

"Es un acto en el que uno deliberadamente desobedece una norma justa, vigente, considerada que debería ser respetada no se desobedece algo injusto, la disciplina partidaria debe ser respetada. En este caso uno desobedece y el objetor de conciencia asume las consecuencias, en el fondo acato la norma y pago el precio que ello implique. Cuando uno viola una norma siempre debe tener la posibilidad de decir pago el precio. No es un acto de rebelión que es otra cosa muy diferente. Digo no respeto y no considero justa la norma, me rebelo y considero que no debería existir y mi acto viene de que considero de que debo cambiar, es diferente a un acto de rebeldía”.

La opción de enviar al alterno

“Es lo que normalmente hago en circunstancias parecidas. Voy a explicar mi discusión interna. Eran enmiendas a la Constitución nada menos. Principalizo a un alterno cuando son cuerpos legales y artículos que me parecen objetables y que no quisiera apoyar. Había algunas enmiendas con las que no podía ir a dormir tranquilo. Si le daba paso a mi alterna iba igual a dar un voto a favor. Yo me hago a un lado y me hubiera sentido como un funcionario del imperio romano que se lavó las manos. Le hice en otra ocasión de otra manera. Me ausenté de la curul. No hubo mucho ruido porque no apareció ningún voto”.

Su desacuerdo ante enmiendas, frente al bloque
"No podía ser cómplice de que quedara consignado un voto. Sí hablé en la bancada o frente a mis colegas de una enmienda. No tuvo eco. No sentí que había acogida y cuando uno levantaba un debate no tenía mayor efecto y podía dar la impresión de querer crear tendencias, divisiones".

La Comisión de Ética

"Tengo consideración y respeto. Expuse los fundamentos de mi decisión. Tendrán su tiempo para decidir. Les dije estoy a las órdenes. Júzguenme. Eso me dejó tranquilo".
Su carrera política
"Me pone incómodo hablar de eso (ha sido ministro de Gobierno y va por su segundo período como asambleísta). No creo en la concepción de una carrera para ganar algo. Metas entendidas como cargos, poder. No tengo esas aspiraciones políticas. En alguna época las tuve. Quiero cumplir con mi deber lo mejor que pueda. Hay cosas lindas, interesantes. Mi vida académica la recuerdo con nostalgia y si puedo hacer otra cosa, se puede crecer en todo si puedo hacer política la haré en la medida que pueda".

La situación del país

“Si me preguntan qué pasa con el momento político actual, hemos pasado una época de mucha tensión. Al margen de las dificultades económicas que puedan venir en el 2016 espero que encontremos calma, para evitar una polarización que nos enfrentará unos a otros. Yo viví en Chile. Viví que se odien por motivos políticos. No digo que eso va a pasar en nuestro país pero mi voto es porque no lleguemos a eso. Que todos los políticos tengamos esa responsabilidad para no pasar por lo que vivieron Brasil, Chile...Todavía tenemos a Colombia ensangrentada. Para mí es un imperativo moral para que al margen de defender las ideas eso no puede terminar en la guerra de todos contra todos”.

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