La trayectoria de Fernando Bustamante, bajo la lupa de Alianza País

Fernando Bustamante ofrece declaraciones en las afueras de la sede de Alianza País. Foto: JULIO ESTRELLA / EL COMERCIO

Fernando Bustamante ofrece declaraciones en las afueras de la sede de Alianza País. Foto: JULIO ESTRELLA / EL COMERCIO

Fernando Bustamante ofrece declaraciones en las afueras de la sede de Alianza País. Foto: JULIO ESTRELLA / EL COMERCIO

Haberse abstenido de votar por las enmiendas el jueves pasado le está pasando la factura al legislador de Alianza País, Fernando Bustamante.

Hoy, 7 de diciembre, por la mañana y tarde, preparaba el documento escrito que le había pedido el Comité de Ética para que explicara por qué se negó a votar, como hizo el resto de su organización, a favor de las enmiendas a la Constitución.

Por cerca de una hora, el legislador oficialista mantuvo un diálogo con los miembros del Comité, que consideró respetuosa y satisfactoria.

Además, les entregó un documento cuyo contenido no quiso revelar. Sin embargo, aclaró que su actuar se debió a que algunas de las enmiendas no estaban acordes con los valores que ha defendido toda su vida. Por esto se acogió a la objeción de conciencia.

Este “más que un derecho constitucional es un derecho humano. No es hacer lo que me dé la gana y no asumir las consecuencias”, dijo.

Y aseguró que se someterá de antemano a las consecuencias y que acogerá lo que decidan sus compañeros.

Carlos Marx Carrasco, titular de la Comisión, luego de más de dos horas de deliberación a puerta cerrada, manifestó que seguirán analizando el caso y que más adelante darán el resultado. Señaló que esperan que no sean más de un par de semanas.

No es la primera vez que un legislador ha tenido que pasar por esta instancia. El 15 de octubre del 2013, el Comité de Ética de AP, en un lugar que se mantuvo en secreto, sancionó a Paola Pabón, Soledad Buendía y Gina Godoy por querer incorporar la despenalización del aborto en casos de violación en el segundo debate del Código Orgánico Integral Penal.

Durante un mes, fueron suspendidas como legisladoras y prohibidas de dar declaraciones a los medios. El entonces secretario ejecutivo de AP, Galo Mora, dijo que no se debía a que pensaran distinto sino que no habían obedecido los acuerdos internos.

El jueves 3 de diciembre, luego de ver en la pantalla de los votos el color azul de la abstención, en medio de tanto verde de aprobación, el grito unánime fue “¡Bustamante!”. En seguida, algunos coidearios que se sentaban cerca de él le gritaron “traidor”.

El desencanto en Alianza País fue evidente. Apenas terminada la sesión, hubo legisladores que demandaron su presencia ante el Comité Ético.

El mismo presidente de la República, Rafael Correa, expresó su decepción porque nunca había presentado ninguna objeción a las enmiendas. La segunda vicepresidenta de la Asamblea, Marcela Aguiñaga, dijo que Bustamante debe quedar fuera de la organización.

El entorno del legislador recalca que en su trayectoria académica, desde 1978 hasta el 2005, tiene 32 publicaciones referentes a las Fuerzas Armadas y su papel en la seguridad interna, uno de los temas de las enmiendas.

Él no fue parte de los asambleístas que firmaron el pedido de trámite a la Corte Constitucional. Además, en otros momentos, cuando discrepaba, prefería principalizar a su suplente. Ocurrió, por ejemplo, con la Ley Orgánica de Comunicación, las reformas a la Ley de Seguridad Social para la administración de Fondos Complementarios cerrados, la conformación de la Comisión Ocasional de Enmiendas y la Ley de Justicia Laboral.

Godoy, quien conoce de sanciones, explica el procedimiento. Los miembros tienen la libertad de opinar y de plantear opiniones opuestas a las de la bancada, pero hay espacios para ello: en las reuniones de la organización. En estas se llega a un acuerdo de, por ejemplo, cómo votar. Los militantes conocen que hay un código de ética que cumplir. En la Comisión, cuenta Godoy, se entabla un diálogo con el convocado.

En el punto cuatro de este Código se especifica que deben observar y cumplir las decisiones de la dirección del movimiento, procesar responsablemente las diferencias, privilegiar el interés general y respetar las decisiones mayoritarias.

“Yo no voto y me libero de esa obligatoriedad de la decisión de la bancada”, apunta Godoy. Y si bien destacó los valores de Bustamante, lo que hizo en la jornada del jueves tiene una consecuencia política en el movimiento. Otra alternativa es enviar al suplente.

Óscar Bonilla, secretario ejecutivo (e) de AP en ausencia de Doriz Soliz, ratifica que los militantes del movimiento oficialista tienen libertad para opinar. Afirma que todos poseen el derecho a disentir, pero que lo que analiza la Comisión es hasta qué punto esos criterios pueden afectar a AP.

Bonilla prefiere no hablar de sanción, sino de analizar y hasta de tener autocríticas. “Fernando Bustamante tiene una trayectoria política correcta y es necesario escucharle”, con el fin de mantener la unión en AP.

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