Los alumnos de cuarto, séptimo y décimo de básica requieren refuerzo y nivelación en todas las asignaturas. Lo revelan los resultados de la evaluación Ser Estudiante 2021 del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval). Los promedios nacionales de cuarto (699/1 000) y décimo de básica (698/1 000) se ubican entre los más bajos del rendimiento académico. Esto significa que los escolares no alcanzaron los aprendizajes requeridos y necesitan de refuerzo urgente.
Mientras que con 702/1 000, los estudiantes de séptimo de básica están próximos a alcanzar los aprendizajes requeridos.
En este nivel, los de la Costa tuvieron mejor puntuación con 710 de promedio y en la Sierra 19 puntos menos. David tiene nueve años y en dos semanas terminará el cuarto de básica en una escuela de rural de Cuenca, sin saber leer fluido un texto corto, organizar palabras en orden alfabético y realizar una multiplicación.
Su madre Fabiola dice que el niño avanza los niveles sin aprender lo básico. “No es solo enseñarle a unir bien las palabras, sino que comprenda lo que lee y razone. No sé de eso porque yo apenas terminé la escuela”, dice preocupada.
David es parte de los 1,8 millones de estudiantes de la Sierra con necesidades educativas.
Para el retorno a clases presenciales, el Ministerio de Educación dispuso que se realice un diagnóstico y un mes de nivelación, pero no existe un programa específico.
Para Polibio Chalán, docente de la Universidad Nacional de Loja, eso es deficiente porque los niños perdieron dos años de clases.
El Banco Mundial ubicó en 1,8 años la pérdida de aprendizaje en Ecuador, solo por la pandemia.
Por eso, hace tres semanas pidió a los gobiernos de América Latina y el Caribe que se comprometan a enfrentar la peor crisis educativa de la historia, con una mayor inversión de recursos económicos y programas de nivelación.
Chalán sugiere que se trabaje en la integración de saberes y al menos una hora de tutorías diarias en la parte académica y socioemocional. Dice que hay factores sociales, culturales y económicos asociados al bajo rendimiento.
Asimismo, el estudio del Ineval establece que los niños de los planteles públicos y rurales como David están en peor situación con respecto a los particulares y de la zona urbana, que muestran un mejor rendimiento.
Muestra para evaluación
La prueba se aplicó a 16 884 alumnos de 591 planteles públicos y particulares del país.
Fueron evaluados en las áreas de Literatura, Matemática, Ciencias Naturales, Estudios Sociales, Educación Cultural y Artística y Educación Física.
Pero se excluyó a los planteles de difícil acceso, que tienen solo estudiantes con capacidades especiales, que no ofrecen la modalidad presencial, que tienen menos de seis estudiantes.
La decisión también incluyó a los interculturales porque su principal lengua no es el español.
Para la pedadoga Marcela Gutiérrez, los promedios pudieran ser más bajos porque las poblaciones excluidas, durante las clases virtuales por la pandemia del covid-19 han sufrido la falta de conectividad y herramientas tecnológicas.
Teodoro Álvarez, de la Junta Directiva de Ineval, señala que esta evaluación es importante para la toma de decisiones en las políticas públicas: impulsar programas de mejora en nivelación a estudiantes y capacitación a docentes.
José Luis está en décimo de básica en la escuela Alfonso María Ortiz, del cantón El Tambo. Desde la semana anterior regresó a las clases virtuales por el paro nacional y como su Internet es deficiente no se conecta con regularidad.
La madre dice que su hijo no tiene ninguna motivación por estudiar. “No realiza las tareas porque no entiende varios temas, le da vergüenza decirle a su maestra y suele faltar cuando debe presentar tareas que no hizo”.
En este nivel, los promedios en Matemáticas y Ciencias Sociales son menores a 699. La evaluación además se hizo a los alumnos de tercero de bachillerato. Ocho materias fueron consideradas para este grupo. El promedio obtenido por los escolares a escala nacional alcanzó un puntaje de 701/ 1 000.