Una estudiante de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador denunció haber sufrido violencia física, psicológica y sexual por parte de un docente. La institución de educación superior no se ha pronunciado públicamente al respecto.
Mientras, este lunes 28 de noviembre del 2022, la Secretaría de Educación Superior (Senescyt), el Consejo de Educación Superior (CES) y el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación (Caces) lideraron la firma de un acuerdo por la prevención y erradicación de la violencia en el sistema de educación superior.
Sin embargo, la estudiante víctima de violencia continúa a la espera de justicia y reparación frente a lo que sufrió. Este es su testimonio, recogido por la Coalición Feminista Universitaria (CFU):
“Todo comenzó cuando cursaba primero semestre de la carrera de Derecho. Recibía esta materia con el docente que ahora sé que para él es el medio perfecto para contactar a chicas y de preferencia bajo ciertas circunstancias de vulnerabilidad.
El inicio del semestre
Al inicio de cada semestre escoge una “asistente” o mejor dicho, una nueva víctima. Cabe mencionar que, luego de una “exhausta” entrevista a mi entonces clase, solo las mujeres relativamente “atractivas” son candidatas para ser su asistente y me eligió para dirigir las actividades programadas para este período y ponerme en contacto con él para informarle de las novedades del aula.
Durante el semestre todo transcurrió con relativa calma, hasta que a finales del semestre comenzaron las preguntas sobre mi situación familiar, sentimental, académica y sobre todo haciendo insinuaciones sobre ir a beber los dos solos para celebrar mi eficiencia.
Al principio rechacé mediante bromas sutiles dicho ofrecimiento. Sin embargo, me volvió a hacer la propuesta de salir y acepté por la presión, al considerar que era un docente respetado en la facultad y que imparte clases en la carrera de derecho. Me pregunté ¿qué me podría hacer?
Esa violencia física, psicológica y sexual por parte de docente en la Universidad Central se coordinó llevándome a un resto-bar donde, entre conversaciones, yo en un estado etílico considerable al no haber nunca tomado, le comenté de mi situación y en el poco estado de conciencia que tenía mencionó que “me iba a dejar”.
Víctima estaba inconsciente
Ilusamente acepté porque pensé que me iba a llevar a mi casa. No obstante, no fue así. Este respetable docente aún en mi estado de inconsciencia me llevó a un motel. Lo supe al día siguiente porque Google Maps me arrojó mi trayecto completo, sugiriéndome la valoración del establecimiento, donde procedió a mantener relaciones sexuales conmigo, sin mi consentimiento e inconsciente.
Al día siguiente me desperté sintiéndome miserable porque veía mi cuerpo lleno de moretones; opté por callar, decidí no reclamar nada y fingir. Tenía miedo a que si hacía algo en su contra o se enteraba repercutiría contra mí o mis conocidos.
También me intimidó de varias maneras: me obligaba a mantener mi cabello largo, diciéndome que si me lo cortaba me arrastraría por toda la facultad para que vieran mi vergüenza. Y usaba calificativos en mi contra, afectándome psicológicamente. Siempre me decía cómo mi vida en la facultad no sería nada sin él porque él era muy poderoso y amenazaba mi futuro académico.
La continua violencia psicológica y sexual que viví a manos del docente terminó por consumarse de manera física el día sábado 12 de noviembre del 2022, alrededor de las 07:00. Al tratar de defender a una estudiante que igual es una víctima del docente, me agarró del cabello, ahorcó y cuando intentó darse a la fuga llamé al 911. Él, al ver que le grababan por su agresión me propinó un puñetazo.
Más vulneraciones
No efectué la denuncia porque cuando vino la Policía a socorrernos, yo intenté interponerla para que se lo lleven por flagrancia, pero la otra chica no quiso. Eso provocó que me sintiera indefensa ante este docente que tiene normalizado pagar a las autoridades para evadir consecuencias.
Ante esto, el domingo 13 volvió a contactarse conmigo. Cansada de la posición de poder que ejercía sobre mí decidí no callar más porque no he de ser la única que ha sufrido este tipo de violencia por parte de este docente de la facultad de Jurisprudencia en la Universidad Central del Ecuador.
El 17 de noviembre se presentó la denuncia ante Bienestar Estudiantil, manifestando haber sufrido violencia física, sexual y psicológica por parte del docente. Y solicitando las medidas de protección para no toparme con mi agresor.
Este 23 de noviembre, la Comisión Especial de Asuntos Disciplinarios ha dado contestación a la denuncia, permitiendo abrir el expediente y el sumario administrativo al docente. De igual manera, se interpuso en el ámbito penal la denuncia ante la Junta de Protección de Derechos de las Mujeres”.
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