La ampliación de la reserva marca un nuevo momento para Galápagos

Los habitantes de Galápagos se dedican, en su mayoría, a la atención a los turistas, una actividad que todavía no se recupera de los estragos de la pandemia. Foto: EL COMERCIO
En el muelle pesquero de la isla de Santa Cruz, en Galápagos, en medio de las faenas de este sábado 15 de enero del 2022, no se habló de otra cosa que de la ampliación de la zona de protección para la reserva marina.
Un día después de que el presidente Guillermo Lasso y su homólogo de Colombia, Iván Duque, pusieran el ejecútese a esta medida en la emblemática embarcación Sierra Negra, las reacciones continuaron.
En el lugar se presentó Jaime Erazo, quien convocó a una reunión de la Federación de Cooperativas Pesqueras, que dirige, para consensuar un pronunciamiento, pues dijo que desconocían el alcance de la medida.
"Por una parte (ampliar la reserva) es buena porque se ayuda a conservar los recursos. Pero, el Gobierno no nos ha dado ningún beneficio hasta ahora, esperamos que haya unas mesas de diálogo para poder conversar", señaló.
El dirigente portaba un oficio que pretendía entregar a Lasso: que el Ministerio de la Producción participe de las decisiones del consejo de Gobierno de las islas era uno de los planteamientos.

En otros isleños que atienden sitios de hospedaje y comida había mayor optimismo. "Se necesita mejor control para que no ingresen a la reserva los barcos chinos", comentó la hotelera Amanda Espín.
Maximiliano Vega, experto en temas de conservación, aplaudió la decisión del Gobierno con la que se consumó el anuncio de la Conferencia sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas que se desarrolló en Glasgow, Escocia, en noviembre pasado.
"Es un momento histórico porque hoy día estamos en una crisis climática, ambiental, de la biodiversidad y esta (decisión) es el tipo de respuesta que necesitamos", expresó.
Vega agregó que entre los retos pendientes están la implementación y el plan de manejo; es decir, las herramientas "para poder entender qué es lo que pasa en el área, cómo la cuidamos, cómo la vigilamos".
"Otro aspecto clave es la investigación para saber si funciona para los objetivos que se plantearon, si es que hay que hacer cambios", añadió.
El especialista de la organización no gubernamental Misión Blue indicó que la ampliación de la zona de protección favorecerá la conservación de tiburones, ballenas, delfines, tortugas, entre otras especies amenazadas.

"Una ampliación de una de las zonas más icónicas del Planeta es la respuesta que todos esperamos y es un mensaje de esperanza tremendo para el planeta", insistió.
La nueva reserva marina de Galápagos alcanza los 60 mil kilómetros cuadrados. En un espacio de 30 mil no se podrá realizar ningún tipo de pesca y en los otros 30 mil estará prohibido el palangre (técnica de pesca), sino solamente redes de cerco.
En la inauguración, además de Duque, participó como testigo de honor el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton. También los cancilleres de Costa Rica y Panamá hacia dónde se extenderá la zona de protección.
Para financiar la implementación, monitoreo y control de la reserva, el ministro de Finanzas, Simón Cueva, aseguró que se analizan opciones. "Estamos analizando el detalle de los mecanismos, hay bastantes opciones. Hay mucho interés de algunos lugares del mundo para apoyar en este tema", afirmó.
La reserva marina del primer Patrimonio Natural de la Humanidad pasó de 133 000 kilómetros cuadrados a 193 000 kilómetros cuadrados.
"Esta es una medida buena porque se sigue conservando la 'gallina de los huevos de oro', que es Galápagos", puntualizó Walter de la Cruz, un isleño que se dedica al transporte turístico desde hace 40 años.
Los habitantes de Galápagos se dedican, en su mayoría, a la atención a los turistas, una actividad que todavía no se recupera de los estragos de la pandemia. En su restaurante, situado frente al parque central de Puerto Ayora, Luis Castillo esperaba atender a más de las 15 personas que almorzaron ayer.