Ecuador busca en EE.UU. extensión del Sistema General de Preferencias

Las piñas de Terrasol ingresan con aranceles al mercado estadounidense, desde que terminó la Atpdea. Foto: Bolívar Velasco / EL COMERCIO

Las piñas de Terrasol ingresan con aranceles al mercado estadounidense, desde que terminó la Atpdea. Foto: Bolívar Velasco / EL COMERCIO

Las piñas de Terrasol ingresan con aranceles al mercado estadounidense, desde que terminó la Atpdea. Foto: Bolívar Velasco / EL COMERCIO

Si Ecuador pierde en EE.UU. la protección del Sistema General de Preferencias (SGP), las exportaciones del país se reducirán en USD 269 millones, entre 2018 y 2020. Al menos esa es la estimación de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).

El SGP es un mecanismo que permite que alrededor de 300 productos ecuatorianos ingresen sin aranceles al mercado estadounidense. Pero solo estará vigente hasta el 31 de diciembre de este año.

Con el fin de lograr su ampliación, el Gobierno desarrolla diversas estrategias. Una de ellas son las reuniones que mantendrá el ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, entre hoy (11 de septiembre) y el sábado en cuatro ciudades de EE.UU., con representantes de sectores públicos y privados.

Las actividades de la gira incluyen un foro empresarial con directivos de la Cámara de Comercio de EE.UU. y los integrantes del Consejo de las Américas; un diálogo con miembros de la Oficina de Comercio para el Hemisferio Occidental; otra cita con integrantes del Departamento de Estado. También, tendrá un encuentro con comités de la Cámara de Representantes del Congreso y con integrantes de fondos financieros.

Empresarios de la Cámara de Industrias de Guayaquil, de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (Amcham) y de Fedexpor acompañarán al Ministro en EE.UU.

Daniel Legarda, presidente de Fedexpor, indicó que la visita incluirá el tratamiento de temas comerciales y de inversión. Para el sector es clave un acuerdo comercial con el mercado estadounidense y la renovación del SGP.

El año pasado, según información de la Comisión Internacional de Comercio de los EE.UU. (Usitc, por sus siglas en inglés), ese país importó desde Ecuador USD 398 millones por productos protegidos con SGP. Entre estos se encuentran flores (excepto rosas), conservas de frutas, malanga, mangos, azúcar, etc.

Para Pablo Viteri, exportador de rosas, flores de verano y buqués, la pérdida del SGP podría poner en peligro su negocio. Le correspondería cancelar un arancel promedio de 6,4% en los EE.UU.

Viteri envía a ese mercado el 65% de sus ventas. Un total de 160 000 tallos corresponden a flores de verano, que son las que pagarían aranceles sin el mecanismo de protección.

El comprador en los EE.UU. tendrá que cancelar ese valor extra a la hora de desaduanizar los productos y para evitar un impacto en sus costos de producción reducirá el monto que entregue a los exportadores ecuatorianos por las flores. “Nuestra finca no tiene un margen para enfrentar este pago”, advirtió Viteri.

Una opción ante esta dificultad, según Fedexpor, podría venir a través del Certificado de Abono Tributario (CAT). Este permite pagar obligaciones tributarias, aduaneras o con la
banca pública.

Ese mecanismo ya se aplicó entre junio del 2013 y junio del 2015, cuando no estuvo vigente el SGP. Se creó para apoyar a los exportadores que enviaban productos protegidos con la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea), que terminó a mediados del 2013.

El problema es que los CAT, así como el sistema de devolución de impuestos al comercio exterior, han funcionado irregularmente. Según Legarda, el año pasado el Gobierno solo pagó USD 20 millones de los 40 millones presupuestados por certificados, mientras que por ‘drawback’ el compromiso pendiente del Estado es USD 160 millones.

El SGP beneficia a más de 120 países en el mundo. Si EE.UU. amplía el beneficio lo hace a todos, si no a ninguno. Es por eso que existe un frente de delegaciones oficiales de los países beneficiarios, entre los que están, además, Paraguay, Bolivia y naciones asiáticas, que solicitan la extensión.

La pérdida de este sistema afecta a empresas exportadoras. Esto lo vive la productora de piñas Terrasol, con sede en Santo Domingo, desde que se terminó la Atpdea.

La firma paga aranceles desde el 2013. El año pasado, Terrasol canceló USD 33 000 en aranceles por la exportación de 3 000 toneladas métricas de piña en ese país. En el 2012, cuando no pagaba esta tasa, sus ventas alcanzaban las 7 200 toneladas al año.

Pero al año siguiente registró una reducción: sus exportaciones llegaron a 3 240 toneladas. El descenso se dio porque Costa Rica se convirtió en un proveedor más atractivo para EE.UU. Los embarques del país centroamericano representan menos costos, dada la menor distancia que existe con Norteamérica.

Este factor también cambió la dinámica de la exportadora. Antes, EE.UU. era su principal destino, pero ahora ocupa el puesto siete en su portafolio.

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