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El escritor Haruki Murakami dice que los gatos son su 'obsesión'

Durante la noche de ayer (8 de noviebre del 2018), el escritor japonés Haruki Murakami participó en un conversatorio en Quito. Durante la charla, el autor de 'Tokio Blues' habló sobre sus personajes, el suicidio y los gatos. Foto: Marcelino Rossi/ EL COME

Durante la noche de ayer (8 de noviebre del 2018), el escritor japonés Haruki Murakami participó en un conversatorio en Quito. Durante la charla, el autor de 'Tokio Blues' habló sobre sus personajes, el suicidio y los gatos. Foto: Marcelino Rossi/ EL COME

Durante la noche de ayer (8 de noviebre del 2018), el escritor japonés Haruki Murakami participó en un conversatorio en Quito. Durante la charla, el autor de 'Tokio Blues' habló sobre sus personajes, el suicidio y los gatos. Foto: Marcelino Rossi/ EL COMERCIO

Con mucha inteligencia y buenas dosis de humor ayer (8 de noviembre del 2018) Haruki Murakami sorteó la ráfaga de preguntas  hechas por el Ministro Raúl Pérez Torres, encargado de charlar con el escritor japonés, uno de los autores más leídos del mundo, quien afirmó que el motivo de su paso por la ciudad es la visita que inicia hoy (9 de noviembre del 2018) a las Islas Galápagos.

La charla, que duró más de una hora, se realizó en el Teatro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Lo primero que se oyó del autor de obras como ‘Kafka en la orilla’ o ‘IQ84’ es su sorpresa por estar en medio de un auditorio lleno de gente. Él, afecto a la soledad y esquivo a la prensa, dijo sentirse como una especie de Bruce Springsteen, con la única diferencia de que él no canta.

En una pequeña introducción, antes de iniciar la charla, señaló que él, como muchos escritores latinoamericanos cree en el poder que tienen las historias y las narraciones y que está convencido de que el fin último de su profesión es que la gente se pueda conocer y que haya una comprensión de los unos con los otros.

La influencia de la religión en su obra

“Mi abuelo fue un sacerdote budista y mi padre también lo es, pero a medio tiempo. El otro medio tiempo es profesor de escuela. No puedo decir que soy una persona religiosa. Probablemente si recibí una influencia por parte de mi padre y de mi abuelo seguro eso se encuentra en mi subconsciente. Si Raúl siente que en mi obra existe una influencia, tal vez sea cierto, pero yo no tengo conciencia de ellos”.

Los motivos de su literatura

“Los escritores tienen temas limitados sobre los cuales escriben y es natural volver siempre a los mismos. Es algo que le pasaba a Jorge Luis Borges con sus poemas. En todo caso los gatos son mi obsesión”.

Su proceso de escritura

“En mi adolescencia leí muchos autores rusos como Tolstoi o Dostoyevski que escribieron novelas largas. La noción que tenía de la novela era que mientras más larga mejor. Entonces disfruto mucho de escribir una novela larga. Pienso que soy como un agricultor escribo más o menos unas cuatro horas al día la misma cantidad siempre. Es por eso que la rutina es muy importante para mí aunque nadie lo crea. Creo que aunque vivamos vidas ordinarias y calladas podemos ser algo salvajes”.

La presencia del suicidio en su literatura

“En muchos países católicos el suicidio es un pecado, pero en Japón no lo es. Por supuesto que no es algo bueno pero básicamente las personas tienen el derecho de quitarse la vida. Algunos amigos míos se suicidaron cuando tenía 20 o 30 años. Escribí ‘Tokio Blues’ precisamente para recordar a esas personas que murieron”.

Sobre el paso del tiempo y la muerte

“Me siento vivo cuando escribo historias de ficción. Cuando escribí ‘Kafka en la orilla’, creé un personaje de un chico de 15 años, a través de sus ojos pude ver el mundo. A veces pienso en la muerte pero con mucha más frecuencia pienso en escribir. Para Einstein la muerte hubiera sido no poder escuchar más a Mozart, para mí la muerte sería ya no poder escribir”.

La violencia en su literatura

“Con frecuencia describo escenas crueles y violentas. Mis traductores detestan traducir estas partes y me preguntan por qué escribo este tipo de escenas. Incluso me dicen que han tenido pesadillas cuando han tenido que traducir esas partes. Yo mismo he tenido pesadillas al escribirlas pero era importante escribirlas. Mi padre fue enviado a China en tiempo de guerra y la mayor parte del tiempo evadía hablar sobre el tema pero a veces si nos relataba historias sangrientas y heredé algunos de esos recuerdos. No me gusta la violencia y seguramente a ustedes tampoco pero existe”.

Con relación a sus personajes femeninos

“No creo haber escrito sobre muchos personajes femeninos. Cuando aparecen son las encargadas de llevar a los hombres en distintas direcciones. En la vida real he conocido a varias mujeres y por lo general esas mujeres han sido más inteligentes que yo, ellas me han guiado a distintos lugares. Pienso que la mayoría de mujeres es más inteligente que la mayoría de hombres”.

Sobre ‘IQ84’

“Cada uno de nosotros tiene su propio mundo. En 'IQ84' escribo cosas que considero que no son ciencia ficción sino bastante reales. Ustedes cuando sueñan van a ese otro mundo y después regresan. Los escritores podemos hacerlo de manera consciente e intencional, nosotros soñamos despiertos y esa es una gran experiencia. Si intenta hacerlo lo pueden solo no olviden que tienen que regresar”.