Redacción Negocios
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La solución a la crisis financiera global aún no está sobre la mesa. Heinnes Flassbeck, director de Globalización y Estrategias de Desarrollo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés), advirtió ayer que los países que no causaron la crisis siguen siendo vulnerables a sus efectos.
Flassbek, quien participa en la Reunión Latinoamericana sobre Mecanismos de Cooperación e Integración Comercial, Financiera y Monetaria Regional, organizada por el Ministerio de Finanzas, en Quito, dijo que los países afectados por la crisis deben cuidar sus reservas monetarias y priorizar su gasto interno.
Al respecto, Pedro Páez, quien encabeza el equipo que diseña la nueva arquitectura financiera, dijo que la propuesta de la Unctad pasa porque los países que no pueden pagar la deuda externa entren en una moratoria.
Según Páez, una treintena de países pudiera entrar en esa situación si no se encontrara una salida a la crisis económica.
Páez aseguró que, en el caso de Ecuador, la auditoría del resto de tramos de la deuda externa es una propuesta que se incluye dentro de lo que propone la Unctad.
Páez advirtió, en su intervención, que la inestabilidad aún se siente en la región. También observó que el mercado bursátil en Latinoamérica está cayendo en la especulación, debido a buenos resultados que no son el reflejo de lo que ocurre en el sector real de la economía.
Por su parte, Flassbeck dijo que aún está pendiente una regulación fuerte de los mercados, tanto financieros como de commodities. “Hacen falta reguladores que tengan claro el panorama de todos los mercados”.
La reunión continúa hoy con una exposición del canciller ecuatoriano Fander Falconí.