El presidente Moreno tuvo una videoconferencia con la directora del FMI el pasado 24 de julio, desde Guayaquil. Foto: Twitter Presidencia
El Gobierno busca este mes de agosto un nuevo programa económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de que el último acuerdo, firmado en marzo del 2019, se canceló hace casi cuatro meses.
El tiempo juega en contra. Al Gobierno le quedan nueve meses en el poder, por lo que la negociación se basa principalmente en definir el plazo para el cumplimiento de las metas económicas, que son condición para acceder al financiamiento de este organismo, dice Francisco Briones, director de la firma Perspectiva.
De ahí que el Ecuador enfrenta tres escenarios, uno es firmar un acuerdo con metas de corto plazo, explica José Emilio Vásconez, docente de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), quien investiga sobre el multilateral.
En los últimos 60 años, el FMI ha aprobado 19 programas para Ecuador atados a un plan de ajustes económicos.
De ellos, 18 fueron de corto plazo, conocidos como acuerdo Stand-by. Este tipo de convenios se establece para períodos de entre 12 y 24 meses. Vásconez señala que la mayoría de gobiernos no logró cumplir en su totalidad estos compromisos con el multilateral.
El segundo escenario es firmar un acuerdo de mediano plazo, con el instrumento conocido como Servicio Ampliado del FMI (SAF) que -a diferencia del Stand-by- incluye reformas estructurales.
Solo una vez, el año pasado, el país concretó un acuerdo de este tipo. El Gobierno esperaba recibir USD 4 200 millones hasta el 2021, siempre que se cumplieran metas de ajuste fiscal, monetarias y sociales, además de reformas fiscales, laborales y otros compromisos.
Según Vásconez, este es el escenario que debería cumplirse, puesto que el país requiere reformas estructurales y estas van a requerir más de nueve meses. En este caso pueden plantearse metas que dependan de la Asamblea y un acuerdo a mediano plazo daría más tiempo al siguiente mandato.
Augusto de la Torre, miembro del comité de asesores económicos del Gobierno, añade que los mercados de bonos también esperan un programa de mediano plazo, con reformas estructurales, que garanticen que el país pondrá en orden sus finanzas y podrá honrar sus acreencias.
El acuerdo con el FMI es una de las condiciones que estableció el Gobierno para la renegociación de su deuda en bonos.
El Ejecutivo pidió el pasado viernes 14 de agosto del 2020 a los bonistas que acepten ampliar el plazo para el cierre de la renegociación hasta el 1 de septiembre. Inicialmente estaba previsto para el 20 de agosto. Sin un acuerdo con el FMI, el canje de los bonos no se puede concretar.
El problema, según Vásconez, es que el actual Gobierno tendría dificultades para firmar un plan de mediano plazo, a tres o cuatro años, con metas que no estará en sus manos cumplir, sino que caerían en manos del próximo Gobierno.
Briones añade que es necesario que en estos días se conozca la postura de los candidatos a la Presidencia sobre la relación que esperan tener con el FMI y si están dispuestos a alcanzar un acuerdo económico con este multilateral.
Un tercer escenario, quizá el menos probable, es que el Gobierno acceda a un nuevo instrumento de financiamiento rápido, que consiste en un préstamo de emergencia, como el que otorgó el Fondo cuando ocurrió el terremoto del 2016, o el de mayo pasado, por el impacto de la pandemia.
Briones explica que en un acuerdo SAF o Stand-by, las metas que deberá cumplir el país son, en concepto, las mismas que se identificaron el año pasado: reducir el déficit en el presupuesto, incrementar el monto de las reservas internacionales, alcanzar la independencia del Banco Central, reducir el gasto en subsidio de combustibles, entre otras.
Lo que cambia, añade, es el tamaño de esas metas y el tiempo que tomará cumplirlas, porque el país vive una nueva realidad por la pandemia.
El déficit, por ejemplo, será mucho más alto en relación a estimaciones previas a la pandemia, acota el analista.
La suspensión del acuerdo con el Fondo dejó este año una brecha de financiamiento de USD 1 400 millones.
En el monto podría influir el nivel de reservas internacionales, el historial de pago del país y su situación económica y política, dijo Vásconez.
El Fisco requiere este año USD 7 000 millones más de financiamiento respecto al previsto antes de la pandemia. Ecuador también busca créditos de China, los cuales aún están en negociación.
La relación con el Fondo en estos ocho meses del año
23/03/2020
La Directora del FMI confirma que se canceló el acuerdo de marzo del 2019 y anuncia que los equipos técnicos trabajarán para buscar un nuevo acuerdo económico.
1/05/2020
El FMI aprueba un crédito rápido de emergencia para el país, por USD 643 millones, para que el país enfrente la crisis derivada de la pandemia del covid-19.
20/07/2020
El Gobierno establece como condición para cerrar el canje o renegociación de los bonos, tener un acuerdo a nivel técnico con el Fondo hasta el 20 de agosto.
14/08/2020
El Ejecutivo anuncia que necesitará más tiempo para cerrar la renegociación de bonos y cumplir con el requisito de tener un acuerdo. Pide plazo hasta el 1 de septiembre.