A la Secretaría de Comunicación no se le ocurrió mejor manera de celebrar el Día Mundial de la Libertad de Prensa que mediante varias ‘cadenas nacionales’ de radio y TV dirigidas a descalificar a medios y periodistas.
Con el mensaje de que en el país “tus derechos están garantizados”, obligó a las radios y estaciones de TV a pasar antes y después de cada noticiario o espacio de opinión unas cuñas que proclamaban la tesis de que en el Ecuador sí hay libertad de expresión, pero que en sí mismo demostraban que la tal no era cierta, no sólo por tratarse de espacios ilegalmente impuestos sino porque el mensaje buscaba, como se ha intentado durante cinco machacones años, desacreditar a todo el que no piense como el régimen.
De más está decir que los medios oficiales, en especial ese lamentable El Ciudadano, se dedicaron a desprestigiar a la prensa privada, a organizaciones que defienden la libertad de prensa como Fundamedios y a su director César Ricaurte, que se ha convertido en blanco de ataques y amenazas, sobre todo después de su comparecencia ante la CIDH.
Ya Correa le había acusado de ‘informante de la embajada de EEUU’ cuando la realidad es lo que esa Embajada ha enviado está tomado de informes públicos de Fundamedios y no hay la menor base para acusar a quienes hacen labor informativa de haber sido ‘espías’, como ridículamente se intenta hacerles aparecer.
Que Ricaurte no está solo lo recordó el propio presidente de los EE.UU., Barack Obama, al mencionarlo como uno de los activistas que luchan porque exista verdadera libertad de prensa en el mundo. El Ministerio de RR.EE., en un comunicado, ‘rechazó’ las declaraciones de Obama y ‘repudió’ las del portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, que exhortó al gobierno de Correa a mantener la libertad de prensa y asegurar ‘que los periodistas puedan realizar sus actividades sin amenazas o sanciones’.
Asevera la Cancillería que Obama está mal informado y que “quienes se dedican en el Ecuador a la labor del periodismo saben que cuentan con todas las garantías establecidas por las leyes”. No es así. Quienes hacemos periodismo en el Ecuador sentimos un ambiente opresivo, de hostigamiento y de cierre de fuentes como nunca en las últimas décadas. Yo estoy por cumplir 45 años de práctica periodística, he sido desde reportero a director de medios y hasta de una agencia internacional de noticias, y jamás he vivido un ambiente como el actual. Basta ver u oír lo que sucede cada sábado en el segmento que Correa destina, con tenacidad digna de mejor causa, a su ataque aleve a los medios. El comunicado de la Cancillería sigue en su triste labor contra Fundamedios, acusándolo de “una campaña de descrédito contra el Estado y sus instituciones”.