La marcha convocada por grupos de trabajadores transcurrió sin desmanes este domingo 1 de mayo de 2022. Empleados públicos, privados, obreros y representantes sindicales se unieron a la movilización que congregó a miles de personas por el Día del Trabajador
La marcha se inició con un retraso de casi una hora de la convocatoria, prevista para las 8:30. Distintas organizaciones se concentraron en la avenida 10 de Agosto, en el sector de la Caja del Seguro Social, frente a El Ejido, en el norte de la capital. Los trabajadores se dirigieron hasta la plaza de San Francisco, en el Centro Histórico de la capital.
Los participantes avanzaron por la avenida y la recorrieron hasta la intersección con la calle Guayaquil, que conecta con el casco colonial. Los trabajadores gritaron consignas contra el Gobierno y pedían mejores condiciones laborales en el Ecuador.
La presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE) Isabel Vargas, señaló al Gobierno y dijo que el Régimen intentó infiltrar personas violentas en la movilización para criminalizar la protesta social.
La dirigente de los maestros aprovechó la oportunidad para insistir en el alza salarial de los profesores y el rechazó a las “políticas neoliberales” del presidente Guillermo Lasso.
Grupos indígenas también llegaron a la concentración. El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígena del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, encabezó la marcha junto a dirigentes sindicales.
“No vamos a permitir la privatización de los tesoros nacionales”, manifestó durante la caminata que se detuvo en varias ocasiones.
Cantantes populares como Jaime Guevara participaron con mensajes sociales en contra de las decisiones gubernamentales como la de retirar la mascarilla.
Después de dos horas y media, el primer grupo llegó a la plaza de San Francisco. En el lugar no tuvieron tarima, pero se dirigieron a los asistentes desde un camión del Sindicato de trabajadores de la Empresa Eléctrica de Quito.
Un grupo de feministas también marchó con una batucada y consignas contra la policía y Gobierno. Un pequeño enfrentamiento se dio entre agentes policiales y activistas trans por colgar su bandera en la fachada de la iglesia de San Francisco.
Para las 13:00 se disipó la multitud por las diferentes calles del centro capitalino. Policías y militares que resguardaban el Palacio de Carondelet se retiraron en camiones antes de las 14:00 sin disturbios.