Un curso internacional con 300 expertos busca elevar la eficiencia contra el dengue, una enfermedad en ascenso, especialmente en las Américas, con índices relativamente altos de mortalidad.
El curso se desarrolla en el Instituto de Medicina Tropical
“Pedro Kourí” (IPK) , una de las entidades cubanas con sede en La Habana con experiencias en el combate del padecimiento y que ha participado en trabajos de investigación sobre un proyecto nacional de vacuna aún en desarrollo. Una persona puede infectarse y enfermar hasta cuatro veces de dengue. No hay hasta ahora un medicamento específico para combatirlo y los médicos recomiendan generalmente descansar y tomar líquidos.
Los síntomas son fiebre alta, dolores de cabeza, espalda y articulaciones, nauseas y vómitos. El dengue hemorrágico es el más grave y comienza como el “clásico” pero deriva en señales como magulladuras y cardenales por hemorragias subcutáneas con posible riesgo de que se conviertan en internas. Todo ello puede causar el fallo del sistema circulatorio y choque, seguido de muerte, si el fallo circulatorio no es corregido.
Este agosto, en la República Dominicana, la dolencia generalmente transmitida por el mosquito Aedes Aegypty, causó alrededor de 7 000 enfermos, según la Dirección General de Epidemiología, del Ministerio de Salud Pública de ese país.
Hasta la semana pasada habían fallecido dos niños. En Cuba el último reporte de enfermos data de mediados de 2012, con 63 casos que las autoridades atribuyeron a infecciones por “viajeros de otros países” . Hasta ahora no hay cifras para 2013.
La peor epidemia de dengue en este país ocurrió en 1981 cuando murieron 101 menores de 18 años y 57 adultos. Fueron 344 203 casos, de los cuales 10.312 fueron hemorrágicos.
El enfrentamiento de la situación costó más de USD 100 millones al Estado cubano, de los que 43 millones se emplearon en insecticidas y equipos de fumigación. El gobierno cubano acusó entonces públicamente a “agentes procedentes de Estados Unidos” de introducir el virus que causó la epidemia.
El ministerio cubano de Salud Pública organiza anualmente amplias campañas nacionales anuales que combaten con fumigaciones casa a casa los focos infestados por el mosquito transmisor y que, de acuerdo con cifras oficiales, cuestan unos ocho millones de dólares. En agosto del año pasado ese ministerio divulgó que el grado de infestación del mosquito era crítico en 23 municipios del país, 15 de ellos de La Habana. En general se atribuyen esas situaciones a las altas temperaturas del verano, la humedad y a las intensas lluvias.
Los organizadores de la campaña aseguran no obstante que entre la población existe una “baja percepción de riesgo” ante el dengue a partir de evadir de una manera u otra la fumigación en sus viviendas y usar grandes tanques de agua sin los cuidados requeridos para evitar la contaminación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que actualmente el dengue es una enfermedad emergente “en franco ascenso” y ya es clasificado por esa entidad de Naciones Unidas como la modalidad sin signos de alarma y el severo.