Famosos como Angelina Jolie o Ben Affleck la han practicado. En Estados Unidos goza de gran aceptación en la población masculina. Un reportero la puso de moda y describió todo sobre ella en un libro. Se trata de la dieta rápida, conocida también como ayuno intermitente o el régimen del 5:2.
La sensación que está causando se debe a la flexibilidad de su aplicación. El lema es simple: comer lo que se acostumbra durante cinco días a la semana y privarse de los antojos calóricos los dos restantes.
En el 2012, Michael Mosley, periodista de la BBC, bajó más de 20 libras al poner en práctica esta dieta. Decidió hacerla, según cuenta en su testimonio publicado por el portal de la cadena, cuando su editor le habló de una serie de investigaciones sobre el ayuno. Le dijo que si se atrevía a hacerlo, su cuerpo podría experimentar una mejoría dramática.
A pesar de carecer de fuerza de voluntad para someterse a dietas, al oír esta sentencia aceptó el desafío. Después de seguir este régimen por cinco semanas, perdió 6 kilos y los análisis de sangre que se hizo al final del proceso mostraron que los índices de glucosa y colesterol habían mejorado.
Para Mosley, los beneficios de consumir por dos días a la semana 500 calorías, en el caso de las mujeres, y 600 en el de los hombres se respaldan en aquellas investigaciones que se han hecho en animales y que demuestran que al reducir el contenido calórico, aumenta la longevidad.
Además, cita un estudio en el que se demuestra que los niveles de la hormona del crecimiento, conocida como factor de crecimiento insulínico tipo 1, se modifican según lo que se coma. Los científicos que lograron reducir los niveles de esta hormona en ratones, descubrieron que no solo eran de baja estatura sino que tenían inmunidad ante el cáncer y la diabetes.
Lucía Eguiguren, nutricionista, explica que es probable que se logre perder peso con esta estrategia por el déficit de calorías que se alcanza en los dos días (alrededor de 3 000 calorías menos). Sin embargo, en este período una persona priva a su organismo de los nutrientes que necesita a diario.
Según la experta, el mayor riesgo de practicar la dieta del ayuno intermitente es el efecto rebote. Además de los atracones y los desórdenes alimenticios.
Eguiguren añade que este método produce un efecto psicológico importante, que se manifiesta después de los días de ayuno y que lleva a la persona a abusar de las porciones y comer en exceso.
En el caso de Mosley, fue monitoreado por un equipo médico. Esto fue necesario porque los especialistas alegan que los beneficios del ayuno no están demostrados.
Al no tener evidencias fuertes, el ayuno intermitente puede ser riesgoso. Eguiguren no se lo recomienda a nadie, y enfatiza que deben tener aún más cuidado quienes sufran de diabetes, crucen un embarazo o sean susceptibles de sufrir desórdenes alimenticios, como las adolescentes o individuos obsesionados con su peso.
Hasta la actualidad, una de las medidas más efectivas, que recomiendan la mayoría de profesionales de la salud, es no exceder el consumo de 2 000 calorías al día. Saltarse las comidas o ir de los excesos a las restricciones, sin delicadeza, ocasiona problemas a nivel gástrico.
El gastroenterólogo Eduardo Gualotuña cree que esta dieta no es adecuada ni para bajar de peso ni para lograr una limpieza en el cuerpo. Desde el punto de vista fisiológico, según el experto, se puede generar un desequilibrio en el cuerpo. La razón es sencilla: aunque se alteren los horarios, el organismo seguirá secretando, como de costumbre, las enzimas y sustancias que ayudan a la digestión. Según Gualotuña, esto puede causar sensación de vacío, gases, gastritis o úlceras gástricas.
Para los especialistas, la mejor manera de controlar el peso es llevar una alimentación balanceada y dividida en cinco comidas al día. La actividad física es una aliada en este proceso. 30 minutos de ejercicio diario serán suficientes.
Nutrición
¿Qué comer en un día?
1 taza de leche semidescremada
1 tostada integral
1 huevo cocido
1 rodaja de papaya
1 manzana Almuerzo
Medio plátano maduro cocinado
1 rodaja de queso
1 porción de pollo a la plancha
1 ensalada de zanahorias y vainitas
1 rodaja de sandía
1 taza de yogur descremado
1 paquete de galletas integrales
Cena
1 porción de pescado al horno
Ensalada de lechuga y de tomate
1 taza de té verde
1 cucharada de aceite de oliva
Vinagre sal o pimienta al gusto