Joan Clos, secretario General de Hábitat III, habló sobre los temas que se abordarán en la Cumbre de Desarrollo Sostenible. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO
140 delegaciones y 45 000 personas inscritas participarán en los encuentros y conferencias de Hábitat III, que oficialmente arrancarán el lunes 17 y en los que se debatirán los principales temas y compromisos de la Nueva Agenda Urbana.
Esa información fue proporcionada por el doctor Joan Clos, secretario General de Hábitat III. En su intervención, que duró cerca de 60 minutos, también contó que 70 delegaciones acompañarán a los ministros y que aún resta por confirmar las comitivas que estarán junto a los jefes de Estado. “Esa información está a cargo del Gobierno de Ecuador”.
Clos se mostró complacido por la acogida de los ciudadanos, pues según él, alrededor de 36 000 personas participaron en los debates previos de la Nueva Agenda.
Aprovechó su intervención para agradecer al Gobierno de Ecuador y a los ciudadanos, ya que los encuentros y debates suponen una alteración a la cotidianidad. También para aclarar que la ciudad no son solamente los edificios, sino la capacidad de mantener una interrelación cultural entre todos los ciudadanos. “La Conferencia se celebra cada 20 años y el objetivo es revisar lo que ha sucedido en los últimos años. También plantear estrategias fruto de un arduo debate entre todos”.
Añadió que la urbanización en estos últimos 20 años tiene su cara y cruz. En algunas partes del mundo ha servido para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y para incrementar la prosperidad de los pueblos.
En otros casos, en cambio, el crecimiento ha sido tan acelerado que en muchas partes del mundo los Gobiernos no han tenido la capacidad de diseñar con la urbanización con anticipación. “Eso ha traído muchos problemas: crecimientos urbanos de baja calidad, vivienda informal“.
La capacidad para tener una ciudad a punto, según Clos, está en manos de los gobierno locales, apoyados por el Gobierno Nacional.
“La urbanización bien hecha es un instrumento de prosperidad, pero si se hace de forma espontánea sucede lo contrario”.
Añadió, que la urbanización supera el 56% de la población mundial y que “si no está bien atendida se convierte en un riesgo estratégico”.