Artesanas de Loja sorprenden con sus creaciones en el Museo Mindalae

Nívea Vélez, viceprefecta de Loja (der.) posa junto a los visitantes. Marianme Van Stenn, en el centro.


Encantada quedó Marianne Van Steen, jefa de la delegación de la Unión Europea en Ecuador, después de mirar las artesanías que mujeres de Loja trajeron a Quito en el marco de Hábitat III, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Sostenible que se realizó en Quito, entre el 17 y 20 de octubre de 2016.
María y Carmita Guamán, por ejemplo, trajeron vajilla utilitaria, elaborada a mano, sin moldes, sin torno y sin ningún tipo de laca o químicos. “Es una olla 100% natural, elaborada solamente con arcilla”, contó María, visiblemente emocionada por la reacción de Van Steen. La exposición se cumplió en el Museo Mindalae.
“Me he quedado maravillada. Ojalá podamos ayudar a la promoción de estos productos. He visto algo similar en Europa, pero los precios son altísimos”, recordó la jefa de la delegación de la Unión Europea en Ecuador.
El costo de los utensilios de cocina varía dependiendo de su tamaño y diseño. Hay platos, tachos para calentar el café, chocolate o agua; ollas para preparar arroz o caldo de gallina; platos.
Ambas artesanas integran un grupo de 200 mujeres dedicadas a preservar el arte y cultura de Loja, a través de la cerámica. Ellas, específicamente, radican en el Barrio Cera, en donde muchas personas aún carecen de servicios básicos, según Nívea Vélez, viceprefecta de Loja.
Allí también se registran problemas de alcoholismo y drogadicción. “Estamos trabajando para hacer una intervención integral, pues estamos seguros que con este trabajo van a mejorar sus condiciones de vida”, dijo Vélez, quien aprovecho la ocasión para invitar a Van Steen a cumplir con un recorrido por Loja.
A Quito también llegaron trabajos realizados con mullos, elaborados por manos de artesanas de Saraguro. Los que más llamaron la atención de Van Steen fueron los diseños multicolores. De acuerdo con Vélez, las artesanas diseñan esos trabajos improvisando, sin seguir algún modelo o diseño preestablecido.
Esa habilidad, según las artesanas, la aprendieron de sus abuelas y madres. “Y ahora nosotras y nuestras hijas seguimos con la tradición”.
Para que los productos tengan acogida, la viceprefecta de Loja les sugirió trabajar los diseños con minuciosidad. Para ello, contó, firmaron un convenio con la Universidad Técnica Particular de Loja para que los expertos acompañen a las artesanas hasta que logren un producto de calidad.