Mauricio Macri durante una rueda de prensa el martes 12 de enero de 2016, en Buenos Aires. El presidente argentino felicitó a las fuerzas de seguridad por la captura de tres condenados con vínculos con el narcotráfico que se fugaron de un penal de máxima seguridad. EFE
El presidente argentino, Mauricio Macri, advirtió hoy, 12 de enero del 2016, que las fuerzas de seguridad “tienen una historia, por inacción o complicidad, que han sido penetradas por parte de las mafias”.
El mandatario destacó en conferencia de prensa que a pesar de “los errores” se logró recapturar a los tres prófugos condenados a prisión perpetua por el crimen de tres empresarios vinculados al narcotráfico en 2008.
“Hay una mayoría sana (de las fuerzas de seguridad) que apoyó en los últimos días para esta captura, que parecía imposible”, dijo Macri sobre los arrestos de Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta en la provincia de Santa Fe, tras dos semanas de permanecer huyendo desde su escandaloso escape de un penal de máxima seguridad en la provincia de Buenos Aires.
El caso tiene impacto político, porque Martín Lanatta declaró el año pasado en una entrevista periodística desde la cárcel que el entonces jefe de Gabinete de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), Aníbal Fernández, y candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el kirchnerista Frente para la Victoria (FpV) estaba involucrado en el tráfico de efedrina.
Macri, que asumió el pasado 10 de diciembre del 2015, señaló que en la Casa Rosada su gestión no empezó “de cero, se arrancó con fuerzas de seguridad que tienen una historia, por inacción o complicidad, que han sido penetradas por parte de estas mafias”. Admitió además “problemas severos de coordinación” durante la búsqueda de los prófugos, después de que el sábado se anunciara de manera oficial la captura de los tres fugados cuando en realidad solo se había atrapado a uno. Finalmente, los dos restantes fueron apresados el lunes.
“No nos podemos dar el lujo de trabajar individualmente, tenemos que trabajar coordinados”, reclamó Macri, que por otra parte dijo que en su gestión encontró un “enorme vaciamiento del Estado” y criticó a la administración anterior de Fernández de Kirchner (2007-2015) porque “hizo todo lo contrario de lo que predicó”.
El jefe de Estado sostuvo que el kirchnerismo puso lo público “al servicio de la militancia política”. De este modo se refirió al conflicto generado por el despido de empleados estatales. “El Estado tiene que estar al servicio de todos, porque no es del partido político que ganó la elección”, señaló.
Afirmó que ahora se buscará “construir un Estado como el de la ciudad de Buenos Aires, apostando a la carrera pública“, en referencia al distrito que él gobernó entre 2007 y 2015, cuando asumió la presidencia. Sobre su primer mes de gobierno, Macri aseguró estar “conforme” con los resultados tras “la salida del cepo”, en referencia al control de cambios que había impuesto Fernández de Kirchner en 2011 para afrontar la fuga de divisas y administrar la cotización del dolar.
A su vez, ratificó el compromiso de su Gobierno para “cuidar el empleo argentino” y, de cara al foro económico de Davos, contó que tiene “la agenda llena” de reuniones con “interesados en invertir en el país”.
Señaló también que el Gobierno buscará “un acuerdo razonable”, en vísperas de una nueva negociación con representantes de los fondos especulativos de inversión, que comenzará el 13 de enero del 2016 en Nueva York, para zanjar un deuda que está impaga.”Queremos dejar de ser un país que ha sido catalogado como incumplidor”, afirmó el jefe de Estado.
El mandatario detalló que los representantes del Ministerio de Hacienda que viajarán hoy a Estados Unidos le transmitirán al mediador que designó el juez estadounidense Thomas Griesa, Daniel Pollack, que “a pesar de que en la Argentina no se han hecho las cosas bien”, en el país “hubo un cambio”